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“Hoy gente amiga de San Lorenzo me dice ‘sí, nos fuimos al carajo'”

Fue en la noche del recordado Silencio Atroz. Un penal. Un gol gritado con euforia para River fue el que para muchos catapultó la relación entre Sebastián Abreu y los hinchas de San Lorenzo. Sin embargo, el tiempo pasa. Y el Loco, consultado por aquel capítulo del 8 de mayo del 2008, contó su visión tras algo más de doce años de aquella noche en el Monumental.

Cada vez que surgen las preguntas de aquel famoso gol, desde hace un tiempo tomé la decisión de que quede a criterio de cada uno. Lo termino evaluando como los temas políticos, que están enceguecidos con su forma de pensar. El que tiene ya instalado el pensamiento de una manera no se la vas a poder cambiar. Ya pasó un momento que hasta a uno le generaba mala sangre porque veía que incluso se le iban agregando cosas a la historia que no habían sucedido”, arrancó el uruguayo en diálogo con Equipo Desafío.

san lorenzo
Abreu tuvo dos etapas en San Lorenzo.

Y siguió: “Si interpretaste que fue en contra tuyo, bueno, fue en contra tuyo. Si analizaste que el grito fue para el lado de la hinchada del club defiendo, bueno. El que quiere recordar las cosas buenas, que recuerde las cosas buenas que fueron muchísimas. El que quiere recordar una cosa mala, que la recuerde. Es lo mejor que uno puede hacer para su salud mental. Yo sigo recordando con satisfacción y alegría todo lo que me pasó en el club. Hoy, cuando hablamos estos temas con gente amiga de San Lorenzo, con el paso del tiempo se dan cuenta que ‘sí, nos fuimos al carajo'”.

El penal y el festejo que cambió la relación.

Abreu, que actualmente es técnico y entrenador de Boston River de Uruguay, lamenta que los Cuervos no recuerden “algunas cosas importantes que sucedieron”. ¿Cuáles son? “Por ejemplo, la deuda de 450 mil dólares que tenía con Miele que nunca la quise reclamar al club. Savino y después Abdo me la reconocieron pero nunca la reclamé ni la cobré. O estar ayudando con metros cuadrados cuando arrancó en esa movida fantástica de Volver a Boedo, en 2013. Ahí conseguí el teléfono de Diego Díaz (el periodista) para preguntar quién está en la movida. Sentí la necesidad de ayudar sabiendo lo que represente para la gente el estadio en Boedo”.

Para cerrar, el Loco analizó: “A veces son injustas las situaciones. Lo que me terminó dando el club en muchos aspectos también uno que tiene que valorarlo. No es que uno lo haga para que el hincha te diga ‘che, que bien’, sino porque realmente uno lo siente así“.

¿Podrá el tiempo sanar las heridas con el charrúa? ¿O no habrá vuelta atrás?