La dura lesión de Manuel Insaurralde le abre la posibilidad a San Lorenzo de poder incorporar un jugador más. Está claro que no será una tarea fácil teniendo en cuenta que la temporada ya está empezada y que hay pocos jugadores en el mercado que pueden salir de sus equipos, pero Insua pretende reforzar esa zona de la cancha y la D quiere hacer el intento…
“Lo estamos evaluando. Económicamente no estamos bien, no voy a decir una cosa que no es. Entonces si queremos traer algún jugador va a ser a alguien que el técnico realmente quiera y nosotros estemos seguros que va a rendir“, aseguró Néstor Ortigoza, el encargado del fútbol profesional del club, en una entrevista con San Lorenzo de América.
A partir de ahí, surgieron los nombres. Uno ya conocido y difundido desde Vamos Ciclón, como es el caso de Agustín Cardozo, el volante central y capitán de Tigre. Y otro que sorprende, sobre todo si se hace memoria y se recuerda cómo fue su salida (conflictiva) de la institución: Juan Ramírez, quien jugó en Boedo entre 2019 y 2021 y hoy está muy relegado en Boca por Diego Martínez.
“Son dos muy buenos jugadores, pero no llamamos a ninguno. Sí los estamos evaluando y viendo lo que más nos convenga“, agregó el Gordo, quien tiene una muy buena relación con Ramírez debido a que compartieron plantel en Argentinos Juniors e incluso el zurdo de 30 años heredó la “20” de Orti cuando arribó a Boedo desde Talleres de Córdoba.
Ramírez y su salida conflictiva
Cuando San Lorenzo estaba a punto de debutar en la Liga Profesional 2021, Juan Ramírez decidió no concentrarse y autoexcluirse del partido con Arsenal de Sarandí en pos de meter presión para dejar el club y marcharse a Boca, que tenía el interés de contratarlo aunque había hecho una propuesta muy inferior a lo que pretendían desde San Lorenzo.
Días más tarde, el futbolista firmó con el Xeneize y de acuerdo a lo que trascendió en Boedo la transferencia se concretó en 2.2 millones de dólares. Ocho meses después de aquel conflicto, el jugador hizo un descargo y dejó entrever que la relación con la dirigencia no era la mejor, que “todavía” existía una deuda con él y que en su momento no salió a hablar por “respeto la institución que me dio trabajo”.