San Lorenzo está ahogado económicamente y en un mar de penurias futbolísticas que tratará cambiar de la mano de Pedro Troglio. Los hinchas vienen masticando bronca desde hace tiempo y dejaron en claro durante el regreso a las canchas que los máximos responsables de este momento tiene como abanderados a Marcelo Tinelli y Matías Lammens. Pero al Cabezón, además, se le sumó otro problema grande que va más allá de lo que pasa en Boedo.
En la previa a la Navidad, quince de los veintiséis clubes de Primera División firmaron un petitorio a la Liga Profesional para removerlo de la presidencia, puesto que continuó ejerciendo pese a que en el Ciclón había pedido licencia hasta marzo del 2022. ¿El motivo? Prácticamente por los mismos que los Cuervos lo apuntan: lo acusaban de falta de compromiso priorizando su productora, su programa de TV y hasta los problemas que tenía en su propio club, San Lorenzo.
Tinelli calificó este intento de remoción como un “golpe artero”. Una movida contra la democracia de las instituciones. En ese comunicado, convocó a una reunión de comité ejecutivo para el martes 11 de enero. Sin embargo, ahora quedó suspendida porque MT, sabiendo que perdió el apoyo de la mayoría, llamó a elecciones anticipadas y dejará el cargo cuando aún le quedaban dos años más de mandato, hasta marzo del 2024.
Su salida no será inmediata. Recién se dará el 31 de marzo y será el presidente de la transición. Mientras, espera que durante este tiempo haya quórum para formar una lista única. “Debemos tomarnos este tiempo para encontrar los consensos y la unidad que el momento exige”, fue una de las frases que le escribió el Cabezón en una carta enviada a los clubes desde sus vacaciones en Punta del Este.