Pasa poco futbolísticamente por la fecha FIFA, pero San Lorenzo sigue atravesando días agitados en lo institucional y, una vez más, la noticia llega desde la Comisión Directiva. Este mediodía, Leandro Goroyesky presentó su renuncia al cargo de tesorero, aunque decidió mantenerse como vocal dentro del club.
La particularidad de este caso es que no se trata de una renuncia “total”, como las que se habían conocido anteriormente (Marcelo Culotta, Agustina Nordestrom, Martín Cigna o Uriel Barros), sino de una salida parcial. De igual manera, Goroyesky deja uno de los puestos más sensibles de la dirigencia azulgrana, ya que la Tesorería es clave en un contexto marcado por las deudas y las inhibiciones.
Este movimiento refleja la crisis interna que atraviesa San Lorenzo, donde las dimisiones se acumulan, aunque no siempre terminan de vaciarse los cargos. En este caso, se trata de una decisión que genera ruido porque muestra que la dirigencia pierde nombres en lugares estratégicos, pero los protagonistas todavía eligen conservar cierto grado de influencia.
La decisión se da en un escenario cada vez más enrarecido: mientras Marcelo Moretti trabaja en las oficinas del Nuevo Gasómetro e insiste con regresar al cargo de presidente, las bajas se van acumulando en puestos importantes y la situación abre interrogantes sobre la posible acefalía si los vacíos en la dirigencia siguen creciendo.
