Malo. Muy malo. No hay otra forma de definir el partido que hizo San Lorenzo contra Vélez en Liniers. Por una cancha en pésimo estado, un calor tremendo y el poco ingenio de los equipos para buscar el área, salió un 0 a 0 sin atenuantes. En ese contexto, sigue sumando el equipo de Russo en un torneo donde mantiene el invicto y la valla de Orlando Gill sigue en cero.
El Ciclón arrancó incómodo, corriendo de atrás y sin el timming necesario para sacarle la pelota a un Fortín que intentó siempre por afuera, pero no supo resolver dentro del área un poco por propia impericia y otro porque Gill siempre estuvo atento ante centro que le pasó cerca. Un cabezazo de Santos que pasó al lado del palo (en posible fuera de juego) fue lo mejor del local.
Promediando la primera mitad, San Lorenzo tuvo su único intento más o menos claro de cara al arco de Marchiori. Fue en un córner de Reali que bajó Vombergar y le entró mal Romaña, que pateó apurado y muy desviado desde una posición inmejorable. A partir de ahí lo emparejó, pero como no se le cayó una idea ni tampoco el campo de juego ayudaba a encadenar algunos pases seguidos, apostó a la pelota parada sin demasiada fuerza.
Para el complemento, Russo sacó a Irala (amonestado), mandó a la cancha a Cecchini y el CASLA estuvo mejor parado más allá del susto inicial por un bombazo de Santos al primer palo que mandó Gill al córner. El partido, igual, siguió siendo malo. Está claro que San Lorenzo es puro empuje, mucha determinación y solidez defensiva, con Romaña y Pitu Herrera en gran nivel y sacando todo otra vez. Pero le falta ese peso ofensivo arriba para hacer la diferencia.
Sobre el final, Vélez se vino como pudo y tuvo la más claro del partido pero Gill, rápido de piernas, salió a atorar y tapó ¡con la cara! un remate que pedía gol de Braian Romero. En resumen, más allá de las ganas de unos y otros, poco y nada en el José Amalfitani. ¿Lo mejor? El punto que sumó el equipo de Russo para mantener el invicto, el arco en cero y seguir entre los primeros de la Zona B.
