Son casos diferentes. Fabricio Coloccini aún está cumpliendo la cuarentena obligatoria después de confirmarse su caso positivo de coronavirus, mientras que los hermanos Romero están aislados cumpliendo el aislamiento de 14 días en un country de Cañuelas luego de llegar de Paraguay. Pero si bien ninguno de los tres está trabajando en el predio de Ezeiza junto al plantel de San Lorenzo, hay novedades en cuanto a sus regresos.
El defensor de 38 años tuvo algunas líneas de fiebre en el inicio de la semana pasada y pese a que mermaron las altas temperaturas, los médicos del club decidieron que se someta a un hisopado. Los resultados terminaron confirmando que estaba infectado. La novedad es que después de varios días de encierro, este viernes se someterá a un ecocardiograma y, en casos que supere los estudios, el próximo lunes se reintegrará a los entrenamientos.
Por su parte, después de varias idas y vueltas, Angel y Oscar continúan entrenándose en soledad mientras esperan que se cumplan el aislamiento obligatorio. Los mellis llegaron al país el miércoles de la semana pasada y ya tienen una base física y futbolística hecha luego de siete semanas de pretemporada con la selección paraguaya, en Asunción. Sus entrenamientos, habitualmente en doble turno, son monitoreados por Mariano Soso y sus profes.
En su caso, San Lorenzo tiene programado que se sometan a los hisopados el jueves que viene, una vez que terminan con las dos semanas de cuarentena. Si no les detectan Covid-19, antes del fin de semana serán parte del grupo por primera vez después de varios meses.
