Basel de Suiza hizo oficial la contratación de Matías Palacios. Así, después de algunos días de negociaciones, la novela se cerró con final feliz. O no tanto. Porque si bien el enganche de 18 años anticipó algo en su mensaje despedida hacia el pueblo azulgrana a través de las redes, más tarde profundizó y declaró que no se fue con buen sabor de boca de Boedo.
“Desde el momento que llegué al club viví en la pensión y me trataron de diez, pero yo quería jugar un tiempo más en San Lorenzo, tener continuidad y que la gente me viera un poco más. Pero se dio así, es lo que toca“, comentó en diálogo con Sportia, por TyC Sports, lamentándose del poco rodaje que se le dio en Primera.
A la hora de buscar explicaciones sobre esa escasa participación, que incluyen 194 minutos repartidos en seis partidos (uno solo como titular), dijo: “Intentamos analizarlo con Juli (su hermano), con mi papá y mi representante, pero no sabemos qué fue lo que hizo que no pudiera tener más minutos en San Lorenzo. Todavía no lo entendemos“.
Después, relacionó su situación con la misma que le tocó atravesar a Gaich, que se destacó en las juveniles de Argentina y emigró con poco lugar en el Ciclón. “Me pasó algo parecido a lo de Adolfo. Jugaba en la Selección, siempre hablaban todos de mí pero en San Lorenzo no teníamos continuidad. La Selección fue la vidriera para poder salir“, reconoció.
“Le debo mucho a la Selección porque desde mi primer año en San Lorenzo estuve ahí, no estaba mucho en el club y casi siempre estaba concentrando en el predio. Tanto en la Sub 15, como la Sub 17 o la Sub 20. Me ayudó muchísimo a crecer, tanto futbolística como personalmente”, cerró Palacios.