No figuraba al principio en el menú de candidatos principales, que encabezaba Néstor Gorosito. Pero lo de Pipo no pudo ser y él empezó a ganar terreno por ser hombre del riñón azulgrana. Y cuando los nombres empezaban a amontonarse, la dirigencia finalmente se decidió: Rubén Darío Insúa será el nuevo entrenador de San Lorenzo.
Todo quedó acordado luego de una última reunión que el coordinador del Fútbol Profesional, Matías Caruzzo, y el presidente en ejercicio, Horacio Arreceygor, mantuvieron con el Gallego. Ya era el elegido. Lo único que faltaba era terminar de pulir las cifras de su contrato, algo que finalmente terminó de arreglarse en horas de la tarde de este martes.
Insúa tiene un historial pesado en Boedo: como futbolista formó parte del plantel que logró el regreso a Primera en 1982 y como DT dirigió al equipo campeón de la Copa Sudamericana 2002. Lo cierto es que ahora solo resta que San Lorenzo oficialice al entrenador de 61 años, que tuvo su última experiencia en Guayaquil Sport de Ecuador hasta diciembre del año pasado.
En el camino quedaron las negociaciones con Juan Ramón Carrasco, a quien el propio Caruzzo decidió escucharlo cara a cara este lunes y parecía llevar la delantera para ponerse el buzo azulgrana. También todos los sondeos hechos en estos últimos días con Mauricio Pellegrino, Cacique Medina o Martín Palermo, entre otros.
Pero finalmente se inclinaron por Insúa, en gran medida como consecuencia del apuro, y también porque consideraron que era necesario traer a un hombre de la casa y que reúna buena parte del consenso popular.