Más allá del deseo de seguir compitiendo y ver si San Lorenzo puede pelear algún título en 2023, uno de los grandes desafíos que se propuso abordar Rubén Insúa para encarar el año próximo será estabilizar a Agustín Martegani y Luis Sequeira en la Primera del Ciclón. “Son dos jugadores que para nosotros como cuerpo técnico son un gran desafío”, planteó el DT en La Cicloneta.
Desde que asumió el Gallego, el zurdo no logró una imagen que invitara a rememorar aquellos viejos tiempos del ciclo Troglio que lo llevaron a ser observado por varios clubes de Europa. En este semestre jugó a cuentagotas y de a poco fue perdiendo protagonismo. Cada vez que ingresaba intentaba darle esa creatividad que el equipo necesitaba, pero jamás volvió a parecerse a su mejor versión.
Sequeira jugó mucho menos. Fueron apenas 34 minutos contra Tigre, en donde quedó demostrado que estaba falto de ritmo. A la larga, pareció haberle pasado factura su debut con apenas 16 años (en 2019 vs. Argentinos Juniors) en un contexto desfavorable, con desempeños por debajo de lo que prometía en las Inferiores. A esto se le sumaron algunos tirones de oreja en estos últimos años. De hecho, llegó a quedar marginado de algunas nóminas por motivos extra futbolísticos.
“Tienen excelentes condiciones naturales y el desafío nuestro es que consigan vivir, actuar y desenvolverse, cuando les toque, como jugadores de la Primera de San Lorenzo como ya lo han conseguido Giay, Leguizamón, Gattoni, Barrios, Hernández, que tuvieron continuidad y jugaron”, reconoció Insúa, comparándolos con otros juveniles de la cantera a los que le dio rodaje y lograron, por méritos propios, poder asentarse.
Una de las virtudes del entrenador a lo largo de este tiempo es haber logrado cambiar con éxito la imagen de varios jugadores que terminaron siendo trascendentales en el equipo. ¿Lo podrá hacer con Martegani y Sequeira? De mínima lo va a intentar: “Todo lo que pueda hacer para conseguir que ellos sean jugadores muy importantes lo voy a hacer. Les tenemos mucha confianza”.