El ida y vuelta interminable con Juan Ignacio Méndez, que finalmente se terminó yendo de San Lorenzo para jugar en Vélez, se llevó gran parte de la atención y no dejó espacios ni siquiera para analizar la parte futbolística. Es decir, el vacío que le deja su partida a Rubén Insúa en el equipo. Vacío que, sin dudas, ahora querrá llenar para reemplazar a una pieza clave en el último semestre. Y en ese sentido, de momento todos los cañones apunta hacia una sola dirección.
El único nombre que asoma es el de La Roca Sánchez, el volante colombiano que viene de quedar libre tras jugar un año y medio en Independiente Santa Fe. Desde Boedo, de mínima, ya iniciaron conversaciones con el futbolista de extenso recorrido y ex mundialista con su selección, que entró en los planes luego de ser ofrecido y que el Gallego le haya dado el visto bueno para avanzar con las negociaciones.
Ahora bien, más allá del interés, no todos están convencidos de su contratación. Si bien podría aportar la experiencia que San Lorenzo perdió en el plantel tras las salidas de Torrico, Ortigoza, Zapata y Blandi, que sigue con chances de volver, sus casi 37 años de edad (los cumple el 6 de febrero) y una adaptación que podría llevar más tiempo de lo previsto por ser su primera vez jugando en Argentina, hacen dudar su llegada. Luego sí, el paso siguiente con Sánchez sería la cuestión económica, la más difícil siempre.
¿Qué alternativas hay puertas adentro?
Sin Méndez, Insúa cuenta con algunas alternativas más validas que otras a día de hoy. Los únicos 5 de marca con los que trabaja en la pretemporada son Francisco Perruzzi, que apenas suma ocho partidos en la Primera de San Lorenzo, y Manuel Insaurralde, quien será evaluado por el cuerpo técnico luego de regresar del préstamo en Gimnasia de La Plata.
Otras variantes que no llegan a ser los típicos volantes de marca y tapón son Jalil Elías, que en principio arrancaría el torneo como lateral derecho para suplir la ausencia de Agustín Giay por su convocatoria al Sub 20; Siro Rosané, quien de a poco fue perdiendo lugar y sumó solo 90 minutos en los últimos 17 partidos del semestre pasado; y Diego Calcaterra, que llegó a Boedo por una apuesta del club y ni siquiera sumó un segundo con la camiseta azulgrana.