El plantel está culminando su segunda semana de pretemporada y Rubén Darío Insúa estaba a la expectativa de lo que podía pasar con Nicolás Blandi, que continuaba en negociaciones con la dirigencia para ver si iba a seguir ligado o no a la institución azulgrana. Y cuando parecía que su futuro estaba lejos de Boedo, su situación terminó encaminándose y el 9 vuelve a San Lorenzo.
De entrada, apenas terminó el torneo, parecía que no iba a haber problemas por la renovación de su contrato, que finalizó el 31 de diciembre. Incluso el técnico, que lo marcó como una de sus prioridades junto a otros futbolistas a los que se le vencía el vínculo, se animó a afirmar que su continuidad era un hecho, que ya había dejado atrás sus continuas lesiones y que, con una pretemporada, iba a ser importante para el 2023.
Entonces, ¿por qué se dilató tanto esta decisión? Básicamente porque Blandi pidió rever su situación contractual. Cuando a principios del año pasado regresó al Ciclón firmó un contrato por productividad, donde el club le garantizaba una base fija de ingresos mensuales aunque un porcentaje estaba supeditado a su rendimiento. Y, claro, como apenas tuvo participación en el 2022 eso le impidió ganar el sueldo que quizás pensaba en el momento de pegar la vuelta.
Por el contrario, la idea de San Lorenzo siempre fue renovar bajo las mismas condiciones, algo que finalmente, después de ajustar algunos detalles en cuanto a los objetivos que logre cumplir, el jugador terminó aceptado. Bajo esos términos, está todo acordado de palabra para que firme un nuevo contrato hasta diciembre y vuelva a ponerse a entrenar bajo las órdenes del Gallego, quien ya lo tendría a disposición a partir del lunes.
En el 2022 Blandi apenas disputó 14 partidos, ninguno como titular y no convirtió goles. Incluso de la mano de Insúa, solo ingresó siete veces y acumuló 108 minutos. Pero si bien los números no lo acompañan, a Nico lo respalda su alto perfil profesional y su ascendencia dentro y fuera del campo de juego. Es un lugar que el jugador comprende y que el técnico, con un plantel prácticamente sin referentes y plagado de juveniles, hoy considera necesario.