Llegó a San Lorenzo en medio de cuestionamientos, con el objetivo de ser suplente de Torrico. Atajó solo un partido con Pedro Troglio, en la eliminación por penales de la Copa Argentina ante Racing de Córdoba, pero con la llegada de Rubén Insúa empezó a tener el protagonismo y la confianza necesaria para convertirse en una de las piezas clave de este equipo.
El Gallego lo tiene bastante claro: repitió en innumerables ocasiones la importancia de contar con el arquero de 27 años, por rendimiento e injerencia en el vestuario, hasta el punto de convertirse en titular indiscutido, pese a la contratación de Facundo Altamirano para este semestre. “Siempre me gustó mucho. Para mí es un gran arquero, un arquero de equipo grande“, dice el DT del Ciclón.
Tal es así que Insúa esta vez fue por más. Está firme en que su prioridad es que se quede más allá del 31 de diciembre, fecha en que finaliza su préstamo, y le metió presión a los dirigentes para se mueven y le cumplan el deseo: “Creo que el club en su momento hablará con la gente de River, que es el dueño del pase, llegará a un acuerdo y San Lorenzo tendrá a Batalla por mucho tiempo“.
Claro está, el deseo del jugador también influye. “Está muy cómodo en el club (tal como lo dijo en una entrevista). Hace poco hablé y me dijo que en ningún lugar se iba a ser mejor que acá en este momento, así que presumo que el club va a contar con Batalla por varios años en el futuro. Es el deseo nuestro y de él también“, comentó el DT en TNT Sports.
¿Cómo es su situación contractual?
Para que su continuidad se concrete tras finalizar el primer préstamo (el 31 de diciembre), Batalla tuvo que firmar la renovación de su contrato con River, que ahora pasó a vencer a finales del 2024. A diferencia de la primera cesión, en la que San Lorenzo tuvo una opción de compra de 1.200.000 dólares por el 80% de la ficha y no la pudo abonar, la última negociación, según el CASLA, no tiene un monto fijado. Por lo que ambas CD tendrán que negociar por la ficha.