Después de las duras declaraciones de Rubén Insua durante el miércoles por la noche, Marcelo Moretti recogió el guante y no solo desmintió los dichos del ex entrenador de San Lorenzo, sino que fue por más: cree que el DT sale a hablar con el guiño de Matías Lammens, el ex presidente del club.
“Es raro, sospechoso que le hayan dado tanta participación en un canal de televisión en un prime time. Se ve que estaba más cómodo con Matías Lammens. Lo dijo claramente ayer: a partir del 27 de diciembre han cambiado muchas cosas en el club. Por suerte fue muy favorable para la institución económica y financieramente, pero se nota que se sentía mucho más contento con él que fue quien lo contrató y por la cual tiene mucha afinidad. Es triste que pongamos a San Lorenzo en los medios por estas cosas, pero allá él. Fue inoportuna, habíamos perdido el día anterior por una desgracia. Venimos de un momento complicado a nivel deportivo del cual fue parte. Habíamos ganado cuatro partidos de 18″.
“Fueron declaraciones contra mí y yo sé que vienen del lado de Lammens, que no puede entender que hayamos ganado ampliamente las elecciones y está arbitrando los medios que tiene para tratar de desestabilizar a una Comisión Directiva que está haciendo las cosas muy bien a nivel institucional, económico y financiero que obviamente le falta la parte deportiva, pero con el Pipi a la cabeza estamos seguros que podemos dar alegrías a los hinchas”.
“Me pareció raro que la semana pasada haya salido a hablar Caruzzo, que no diga que cuando asumimos a Insua le debían cuatro meses y nosotros nos pusimos al día con su salario, que no diga que le triplicamos el sueldos, que diga que a los jugadores no los pidió. Él habló con Remedi, con Tapia, con Romaña, con Herazo, con Blanco, con Tarragona, con todos los que han venido. Yo hablaba con el representante y él con los jugadores para convencerlos. Me parece raro que diga que son solo dos jugadores, habla muy mal de él“.
“Insua dijo muchas mentiras, yo jamás le dije que había 15.000.000 de dólares para jugadores. De hecho ese es el presupuesto anual ordinario del club. Si yo pongo esa plata San Lorenzo no lo podría devolver jamás, nadie regala plata. Después dijo que Ortigoza no lo despidió y fue conmigo a la charla para despedirlo. A nivel fútbol él tuvo la última palabra”
“Se va Batalla antes que asumamos, se fue Jalil Elías, Rafa Pérez, que antes que lleguemos ya había intimado. Tuvimos que comprar a Altamirano, que había vuelto a Banfield. Trajimos a Romaña y a Remedi. Después le mantuvimos la base, había ofertas por Giay, Braida, Leguizamón y Bareiro, pero retuvimos a los 14 que le prometimos que íbamos a retener. Trajimos todos los refuerzos con el consentimiento de Insua“.
“Él entendía la situación económica del club. Cuando asumimos al plantel le debían septiembre, octubre, noviembre, diciembre y el medio aguinaldo. Nos pusimos al día y a él también. Concentramos en hoteles cinco estrellas. Los vuelos son en chárter. Los jugadores empezaron a desayunar y almorzar en el club. Por eso me pareció sospechoso que falte a la verdad, Ortigoza está al tanto de todo y él estaba el día que lo despedimos. Que diga que no habló con los jugadores, con los únicos que no habló fue con Nicolás Hernández y con Cuello“.
“Lo respaldamos hasta donde pudimos. No le llegaba la idea a los jugadores. Es netamente deportivo. A pesar de lo que dice Insua fui la persona que más quería que se quede y más resistió. La Comisión Directiva ya desde antes del partido que tuvimos contra Boca quería tomar otra determinación. Hablaría muy mal de mí si vemos que no hay resultados y lo seguíamos manteniendo. Ganó 4 partidos de 18, ningún partido de visitante, perdió los clásicos… Los resultados hablan por sí solos“
“San Lorenzo necesita paz, tranquilidad, respaldo institucional. Estamos muy fuertes como Comisión Directiva, le damos el total apoyo a Romagnoli pero siempre digo lo mismo, los resultados terminan mandando más allá de proyecto. Pero el Pipi me lo dijo muy claro: si van cinco meses y no ganamos un partido, él mismo va a dar un paso al costado. Esto pasa en cualquier parte del mundo, el primer fusible siempre es el técnico. Uno no puede mantener el entrenador por un capricho”.