La incertidumbre sigue marcando el pulso institucional de San Lorenzo. Este martes, desde las 15 horas, la Comisión Directiva volverá a reunirse en el palco del Nuevo Gasómetro con un temario que puede cambiarlo todo: desde la vuelta de Marcelo Moretti a la presidencia hasta una acefalía que obligue a convocar elecciones anticipadas.
El clima previo refleja el caos en el que está inmerso el club. La licencia que Moretti levantó en los últimos días generó un quiebre profundo con varios dirigentes, y el tablero de poder se reacomoda constantemente. Las renuncias se multiplican y las posiciones parecen irreconciliables, a tal punto que nadie se atreve a anticipar qué pasará cuando los directivos se sienten cara a cara.
El oficialismo busca validar el regreso de Moretti y aprobar las dimisiones de los últimos días para colocar en esos lugares a dirigentes de su confianza. Sin embargo, del otro lado se baraja la salida masiva de opositores para forzar la acefalía, un escenario que pondría a la Asamblea en el centro de la escena con la obligación de conformar una Comisión Transitoria y decidir si se acelera el llamado a elecciones.
Las dimisiones recientes complicaron aún más la situación. Entre ellas figuran la del secretario Martín Cigna, que incluso denunció la falsificación de su firma en un documento oficial, y Uriel Barros, a la prosecretaría. A esa lista se suman vocales Marcelo Culotta, Agustina Nordenström, Javier Allievi. Sin embargo, otros como Julio Lopardo (vicepresidente) o Leandro Goroyesky (tesorero), renunciaron a sus cargos pero no a la CD.
En caso de acefalía, los nombres que aparecen como posibles referentes de transición son Andrés Terzano, actual vice segundo, y el vocal opositor Sergio Costantino. No obstante, las diferencias internas hacen difícil imaginar un acuerdo rápido. Incluso hay quienes deslizan que la reunión podría naufragar antes de empezar por falta de quórum.
Mientras tanto, los hinchas ya hicieron oír su voz en la calle y volverán a expresarse este martes frente al estadio. El mensaje es claro: quieren que se termine cuanto antes un ciclo marcado por la desconfianza y la parálisis, y que San Lorenzo recupere la estabilidad política que hoy parece una quimera.
