En el cierre de una jornada cargada —con el empate 1-1 ante Independiente y la crisis institucional como telón de fondo— Jhohan Romaña salió a poner paños fríos desde adentro del vestuario. El defensor compartió en su cuenta de Instagram una foto del grupo en la previa del partido y la acompañó con un mensaje contundente.
“Y si algún día me toca morir, quiero que sea junto a ustedes, banda”, escribió. La publicación, breve y emocional, tuvo un claro destinatario: sus compañeros y la familia del Ciclón. En un momento en el que el club atraviesa turbulencias dirigenciales y la presión por los resultados se siente en los jugadores, el central apostó por la unión como respuesta.
No es la primera vez que los referentes lanzan mensajes públicos de respaldo al plantel, pero la crudeza de la frase de Romaña potenció el gesto: más allá del rendimiento en la cancha, el zaguero buscó reforzar la idea de que el vestuario permanece unido y comprometido con la camiseta a pesar de lo que pasa institucionalmente.
En Boedo lo interpretaron como un llamado a la calma y a la solidaridad interna: mientras la institución debate su futuro, los futbolistas intentan sostenerse entre ellos para que la tensión externa no se traslade al rendimiento. “Siempre juntos”, cerró Romaña —y ese parece ser, por ahora, el lema del plantel.