El miércoles pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer a través que el coronavirus pasó a ser considerado pandemia. Como medida preventiva, todos los partidos de la Copa Superliga pasaron a jugarse sin la presencia de público. Y en medio de las disputas y decisiones con respecto al proceder de la AFA en relación a este tema, el presidente de la Nación dejó en clara su postura.
Alberto Fernández dio una conferencia de prensa en la que anunció la suspensión de las clases y el cierre de las fronteras por 15 días para minimizar la circulación del COVID-19, pero además aseguró que no ve con malos ojos que el torneo se siga desarrollando a puertas cerradas y que, incluso, sea transmitido por televisión abierta como “divertimento” para la gente, a la que le recomienda quedarse en sus hogares.
“Si el fútbol se juega a puertas cerradas yo no tengo inconvenientes. Y me encantaría que, en este tiempo, lo pasen sin sistema codificado, por TV abierta, para que los argentinos que se tienen que quedar en casa puedan tener un divertimento“, fueron las palabras del primer mandatario argentino, quien estuvo acompañado por el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta.
La decisión que tomó River de no presentarse al partido contra Atlético Tucumán, que estaba programado para el sábado a las 17.45 en el Monumental, generó un extenso debate en el fútbol argentino. En ese sentido, varios directores técnicos y futbolistas del país, como Fabricio Coloccini del lado de San Lorenzo, se manifestaron a favor de parar el torneo, y aseguraron que hubieran preferido no jugar esta fecha.
Tras la negativa del Millonario a presentarse, están pautadas varias reuniones en la AFA y la Superliga durante esta semana para determinar si, como en las grandes ligas del mundo y algunas otras de Sudamérica, el fútbol termina suspendiéndose. Por ahora todo sigue igual, pero…