Alexis Castro regresó de su préstamo de Colón de Santa Fe a principios de este 2022 y todo indicaba que con Pedro Troglio, quien ya había dirigido en el pasado en Tigre, podría tener chances de ser una pieza importante en este San Lorenzo. Sin embargo, ni bien se le presentó la oportunidad de emigrar el futbolista no dudó en marcharse.
“Después de terminar el año en Colón se me presentaron varias ofertas, una de Chile y de acá había dos o tres equipos más. Pero en base a que San Lorenzo mantenía una deuda con Tigre (por Lucas Menossi, que se fue libre) eso me permitió salir con más facilidad“, comentó el volante de 27 años, que rescindió en Boedo pese a que tenía contrato hasta junio del 2023.
Al momento de explicar los motivos de su decisión, no tuvo dudas en asegurar que jamás estuvo a gusto en el club: “Tuve una charla con Pedro, que es un técnico que ya había tenido y con quien rendí mucho, explicándole un par de situaciones y él las entendió. Creo que uno trata de hacer lo que es mejor para uno. En San Lorenzo nunca me sentí cómodo, es una realidad“.
“Nunca me dieron los tiempos de adaptación que me dieron en otros lugares y quería aprovechar este momento de mi carrera para disfrutar del fútbol. Creo que en San Lorenzo no iba a poder encontrar esa tranquilidad, por eso opté por tomar otro camino”, agregó después Castro, en conversación con Cómo te va.
Consultado por qué cree que atravesó esa situación en el club, comentó: “No sé bien qué es lo que sucede. Hoy me toca ver a compañeros, lo vi a Uvita salir llorando y duele. Uno se pone en el lugar de ellos, que son colegas. Creo que tenemos que dejar un poco de lado a lo que se le dice el folclore del fútbol porque seguimos alentando a la violencia y la agresión”.
Y cerró: “Muchas veces la gente se olvida que somos personas que jugamos al fútbol y no jugadores de fútbol nada más. Tenemos nuestros problemas y además de eso tenemos que rendir siempre al cien por cien. Es lo que todos queremos. Pero a veces eso se ve empañado por un resultado negativo, quizás necesitamos el apoyo de gente de afuera para seguir levantando la cabeza y no que cuando estés en el piso te la sigan pateando”.