La novela sigue sumando capítulos. Adam Bareiro es el protagonista. Al que quieren de Brasil y al que San Lorenzo no lo quiere dejar ir porque sería una pérdida muy importante para el equipo y sobre todo para Rubén Insua, quien le confió la capitanía después de un 2023 en el que se convirtió en una pieza clave a fuerza de buenos rendimientos y, sobre todo, de goles.
Otra oferta rechazada
El Atlético Paranaense ya había realizado algunas ofertas que el Ciclón las desestimó por considerarlas insuficientes y este viernes volvieron a la carga, pero otra vez se encontraron con la negativa. Está claro que más allá de las ganas de llevárselo, la propuesta todavía no alcanza los siete millones de dólares de la cláusula de rescisión que la dirigencia pide para liberar su pase.
El nuevo foco de conflicto
Es uno de los indicios que dan pistas para interpretar momentos. En este caso, a pesar de poner en duda su continuidad, en la lista de convocados del Gallego de cara al partido con Lanús de este sábado está Adam Bareiro. Figura entre los 25 elegibles para el debut en el torneo. Sin embargo, el delantero no está concentrado en el hotel con el resto de sus compañeros.
¿Cuál es el motivo? Básicamente porque en medio de las ofertas rechazadas y de la posibilidad de dar un salto económico que se le está frustrando, para jugar exige el pago de una deuda que arrastra desde marzo de 2023 en concepto de primas. Esa es la razón de su bronca y por la que decidió autoexcluirse. Por lo tanto, hasta que no se pongan de acuerdo por ese monto impago, el guaraní no piensa en volver a ponerse la camiseta de San Lorenzo.
¿Cómo y cuándo se podría pagar?
En principio, el encargado del fútbol del Ciclón, Néstor Ortigoza, aseguró que la deuda se regularizará una vez que ingrese el dinero por la venta de Gastón Hernández al Olympiacos de Grecia. Sin embargo, el Gordo puso un plazo de alrededor de quince días para que eso suceda. En el mientras tanto, entonces, nadie está en condiciones de confirmar el futuro de Bareiro. En este panorama parece difícil que siga…