A mediados de año pasado, San Lorenzo le compró a Unión a los hermanos Pittón: adquirió el 80% de la ficha de Bruno y el 70% del pase de Mauro, que ya fue vendido a Vélez. Para que la operación se concrete acordaron el pago de 2.500.000 dólares, aproximadamente. Sin embargo, en medio de la pandemia se volvieron a generar algunos chispazos entre la dirigencia de ambos clubes por la deuda que el Ciclón aún mantiene por los hermanos.
Sucede que el CASLA todavía debe abonarle algunas cuotas por el pase del lateral izquierdo y el volante. Por lo tanto, el Tatengue busca solucionar este problema y así poder cobrar un saldo que ascendería al millón doscientos cincuenta mil dólares que restan de dicha operación. “Tienen cuotas que no pudieron afrontar en este semestre y otra que vence en diciembre próximo”, aseguró Luis Spahn, el presidente del elenco santafecino.
Y al respecto, por estas horas mantuvieron charlas entre miembros de ambas dirigencias para intentar ponerle fin al asunto y así evitar que Unión pueda recurrir nuevamente a una intimación (a fines del 2019 lo demandó en la Superliga). “Están las gestiones para cobrar. Hemos estado hablado con Tinelli y yo personalmente con el tesorero (Norberto Mañas)”, agregó en la conversación que mantuvo con Cadena 3.
La cuestión es que San Lorenzo está a la espera de que ingrese dinero por la transferencia (aún no oficializada) de Adolfo Gaich. Por el Tanque, a las arcas azulgranas deberían ingresar 8,5 millones de euros del CSKA de Moscú y la intención sería aprovechar ese dinero para abonar parte o la totalidad del saldo pendiente. “La venta del centrodelantero a Rusia le va a permitir afrontar un montón de deudas”, sostuvo después.
Además, otra de las cuestiones por las que Unión todavía no hizo un reclamo formal ante las autoridades del fútbol argentino se debe pura y exclusivamente a la cotización del dólar. Resulta que al momento de la transferencia, la divisa cotizaba en 43 pesos y hoy ronda oficialmente los 76. Por lo tanto, el mandamás de los santafecinos reconoció que especularon durante este último tiempo con los beneficios.
“En vez de hacerles un plazo fijo con tasa al 2% es preferible dejarlo en dólares y que la deuda se vaya actualizando. Nos fue mucho más beneficioso esta circunstancia sabiendo que tiene un parámetro de cumplimiento ineludible y que hoy no necesitamos el dinero. No quisimos romper una relación que es cordial como con el resto de los clubes y tratamos de comprender su situación y disimular su irresponsabilidad”, cerró Spahn.