La tensión que se vive en San Lorenzo se trasladó al Nuevo Gasómetro. En el partido contra Rosario Central, el primero que se disputó en el estadio tras el escándalo que involucra al presidente Marcelo Moretti por las supuestas coimas para ubicar a juveniles en inferiores, los hinchas volvieron a expresar su descontento con fuerza.
Antes, durante y después del encuentro, el público cantó al unísono en contra del presidente, de toda la dirigencia y reclamó elecciones anticipadas. Las manifestaciones no sorprendieron: ya en la semana, cientos de socios se habían movilizado a la sede de Avenida La Plata para pedir la salida de Moretti tras la difusión de los polémicos videos.
Una vez terminado el partido, la bronca siguió. Muchos hinchas se dirigieron hacia el hall central de la Platea Norte, el sector por donde habitualmente ingresan los dirigentes. Allí, la tensión aumentó con nuevos cánticos, insultos y reclamos, mientras la seguridad reforzaba el operativo para evitar incidentes mayores.
El clima institucional en San Lorenzo es cada vez más complejo y, aunque el equipo de Miguel Ángel Russo intenta enfocarse únicamente en lo futbolístico, la situación política amenaza con desbordarlo todo de un momento al otro.
