Lo remarcó Rubén Insúa en las últimas conferencias de prensa. También levantó la voz Augusto Batalla, uno de los referentes. ¿Qué piden? Que San Lorenzo necesita traer refuerzos para armar un equipo más competitivo si quiere seguir compitiendo en todos los frentes. En este contexto, la cúpula dirigencial sigue intentando cumplir con las exigencias.
La prioridad del técnico es sumar un zaguero y un centrodelantero para suplir las salidas de Federico Gattoni y Andrés Vombergar. Y si bien el Gallego los pensaba para los playoff de la Copa Sudamericana, que termina mañana con la vuelta ante el DIM, hay nombres por los que los directivos siguen avanzando: Jonathan Galván y Cristian Tarragona.
Por Galván el Ciclón tiene todo acordado con Argentinos Juniors, el dueño de su pase. Sin embargo, la traba está puesta en su salida de Racing, donde tiene contrato hasta fin de año y en Avellaneda pretenden un resarcimiento por cortar el vínculo de manera anticipada. Sin ser tenido en cuenta por Fernando Gago, el defensor de 31 años se está entrenando de manera particular.
Por Tarragona hay charlas continuas. El punta está ligado a Gimnasia hasta el 31 de diciembre, pero tiene una cláusula de rescisión de 300.000 dólares para sacarlo ahora. ¿La mala? Tiene que cumplir una sanción de cinco fechas impuesta por la Conmebol después de los incidentes entre el Lobo y Universitario de Perú en la actual Copa Sudamericana. Si el equipo de Insúa sigue avanzando, recién podría sumarse en las instancias finales.
El dato. La buena (o mala) noticia para San Lorenzo es que ambos comparten el mismo representante: Uriel Pérez. Por este motivo, más allá que las operaciones vayan por carriles separados, puede ser una pequeña ventaja a la hora de acelerar las negociaciones. Mientras tanto, Insúa espera novedades.