En ese momento, el equipo estaba peleando por no entrar en la Promoción y salvarse del descenso. Fue tan duro todo que en esa temporada se salvó en la última fecha y luego le ganó la Promoción a Instituto para poder quedarse en Primera. Pero eso solo era para graficar el contexto de aquél histórico 8 de marzo. Ese recordadísimo 8M en el que los Cuervos inundaron el centro porteño embanderadas en un solo anhelo: la Vuelta a Boedo.
Por un día se olvidaron de los problemas deportivos e institucionales y el reclamo para recuperar las tierras de Avenida La Plata al 1700, donde se situaba el Viejo Gasómetro, llegó a su punto máximo. Más de 100 mil almas, según el cálculo de los organizadores, inundaron la Plaza de Mayo, el sitio emblemático y símbolo del reclamo de justicia por excelencia de los argentinos.
Más de 100 peñas de todo el país, muchos que viajaron exclusivamente del exterior para el evento, otros tantos que llegaron como pudieron y varios que arrancaron en caravana desde Avenida La Plata al 1700 copando las calles de la Ciudad, fueron protagonistas de una verdadera revolución que a lo largo del tiempo se fue convirtiendo en una causa común del pueblo azulgrana.
El 8M dejó en claro que fue el puntapié inicial al regreso a Tierra Santa. Ocho meses después, se concretó oficialmente la Ley de Restitución Histórica y hoy, con la colaboración de miles de Cuervos y varios años de lucha, más temprano que tarde el anhelo de volver a ver el estadio en pleno barrio de Boedo está claro que se va a concretar…