Desde hace cuatro años la historia se repite en San Lorenzo: los dirigentes eligen a un técnico que intenta renovar las expectativas, se apuesta a recomponer el vestuario, el equipo no encuentra el rumbo, el DT termina yéndose y aparece la figura de Diego Monarriz, que se pone el traje de bombero para tratar de apagar cada incendio…
Monarriz es el entrenador de la Reserva y está viviendo su cuarto interinato en Boedo. Pero más allá de las experiencias pasadas, con un total de 13 partidos dirigidos (cuatro victorias, dos empates y siete derrotas) sumado el clásico contra Huracán de este domingo, en las últimas horas sus posibilidades de continuar han aumentado de forma significativa.
Ya no aparecen candidatos sobre la mesa después de las negativas de Hernán Crespo y Gabriel Heinze, quienes rechazaron las propuestas para agarrar San Lorenzo. A esto se le agrega que este lunes le comunicaron a Carlos Netto y a Yaya Rossi que pasarán a hacerse cargo del plantel de Reserva y dejarán momentáneamente de dirigir la Octava, lo que acrecienta las chances del interino.
El club atraviesa momentos de desequilibrios financieros que siguen aumentando con el correr del tiempo y el descalabro institucional representa una arista de suma relevancia a la hora de buscar un DT. Lo que ahora nadie sabe es hasta cuándo durará esta nueva estadía. ¿Y si los resultados siguen sin acompañar? ¿Habrá algún plan?
Lo cierto es que este martes, cuando el plantel retome los entrenamientos tras gozar del día libre, Monarriz, junto a José Di Leo, se parará al frente de los jugadores para dirigir la práctica y empezará a preparar el partido del domingo contra Godoy Cruz. Sí, de momento es la misma película de siempre…