No lleva ni 48 horas desde que fue confirmado en San Lorenzo y Rubén Darío Insúa ya comienza a planificar esta segunda parte del año, en la que no habrá casi pretemporada ni tiempo de descanso porque el campeonato arranca en apenas dos fines de semana. Y como el calendario apremia, el técnico ya empieza a mirar de reojo lo que necesita para afrontar la competencia.
Para su nuevo equipo, el Gallego aseguró que necesita reforzar todas sus líneas. No habló de cantidad, pero sí de calidad. Y en este escenario, aparecieron los nombres de los dos primeros pedidos que le hizo a la dirigencia. Se trata de dos juveniles que son propiedad del club y se fueron silbando bajito para ir ganando roce en Primera: Manuel Insaurralde y Mariano Peralta Bauer.
El volante central de 23 años se convirtió en un jugador importante en el Gimnasia de Pipo Gorosito, jugando 28 partidos (21 como titular) en el año que lleva a préstamo. El delantero de 24 años, a su vez, está cedido en Unión de Santa Fe, donde disputó 17 encuentros (seis desde el arranque) y convirtió dos goles.
La cuestión pasa por saber si San Lorenzo podrá rescindir sus vínculos antes de tiempo. Insaurralde, que se fue en junio del 2021, tiene contrato vigente en el Lobo hasta el 31 de diciembre (opción de compra de 500 mil dólares por el 50% del pase); y Peralta Bauer, que se marchó en el mercado pasado, también está ligado hasta fin de año en el conjunto Tatengue (opción de 700 mil en junio y 900 en diciembre por la totalidad de la ficha).
Lo cierto es que ambos futbolistas, que se fueron para poder sumar los minutos que no iban a tener en Boedo, podrían ser de los pocos jugadores en volver del fogueo para ser tenidos en cuenta otra vez en San Lorenzo. Esta vez, por pedido expreso de su nuevo entrenador: Rubén Darío Insúa.