Convirtió tres goles en 49 partidos, casi todos en 2021 donde fue alternando. Un año después se fue a préstamo Banfield y en 2023 fue cedido al Goiás de Brasil. En este mercado volvió con más experiencia y con un rodaje como para que Insua lo tuviera en cuenta ante la falta de alternativas. Pero nada de eso sucedió: el DT lo descartó y se quedó afuera de la pretemporada.
Julián Palacios, en este contexto, no quiere seguir jugando más en San Lorenzo. De hecho, en las últimas horas confirmó que ni siquiera piensa renovar el contrato que se le vence el próximo 31 de diciembre a pesar que parecía haber un acuerdo para la nueva firma por la posibilidad que le había salido de irse a préstamo al Goianiense, equipo recientemente ascendido a Brasileirao.
“No voy a renovar con San Lorenzo. Surgió una posibilidad de salir a préstamo, es una decisión que considero es lo mejor para mi. Ya tomé la decisión y le deseo siempre lo mejor al club, pero creo es lo mejor para mi carrera“, le contó a Tony Arrighi, el periodista de TyC Sports, el volante de 24 años quien actualmente se entrena con la Reserva de Pipi Romagnoli.
Con este escenario planteado, Palacios deberá resolver esta situación con la dirigencia del Ciclón básicamente porque todavía tiene contrato por un año más. La salida más fácil sería que rescindan de mutuo acuerdo. Ahora bien, todo se tornaría más complejo si la CD pretende un resarcimiento por romper el vínculo y ahí sí se podría generar un foco de conflicto.
La de los Palacios con San Lorenzo es una historia de desencuentros, ya que no solo Julián podría irse disconforme por el trato recibido por el club (incluso brindó un duro testimonio de maltratos después de irse a Goiás) sino que también se fue entre quejas su hermano Matías, quien tras ser vendido al Basel de Suiza dio a entender que quería seguir y jamás supo el por qué de la falta de minutos.