Silbidos y más silbidos. Los hinchas de San Lorenzo reprobaron otra vez la actuación del equipo, que lo ganaba desde el inicio, pero lo terminó perdiendo 3-1 y al final Defensa y Justicia le terminó haciendo precio. La gente, en este contexto, decidió expresar su bronca y no solo apuntó a los jugadores y al técnico, sino también se la agarró con Matías Lammens.
Durante gran parte del primer tiempo, el apuntado fue Nicolás Navarro. Los Cuervos se enojaron con el arquero luego de no haber salido a cortar un centro que terminó en el empate de Castro y desde varios sectores del Nuevo Gasómetro surgió el “poné a Torrico la p…”, haciendo alusión al Cóndor, quien veía la actuación del equipo desde el banco.
Con el correr de los minutos, aparecieron varios cánticos que tenían que ver con el rendimiento. Desde el clásico “movete, Cuervo, movete” hasta “sáquense la camiseta y dénsela a la hinchada, que juega mejor”. Sin embargo, a los 28 del complemento, cuando San Lorenzo ya caía 3-1, los hinchas explotaron contra el máximo dirigente del club: Matías Lammens.
Consumada la quinta derrota en los últimos seis partidos, con bronca, los hinchas se cansaron del aguante y expresaron su bronca con el famoso “que se vayan todos, que no quede, ni uno solo”. Clima muy caliente en Boedo, sobre todo en la despedida del equipo del Bidegain.