Nicolás Navarro rescindió su contrato y dejó de ser jugador de San Lorenzo. Una vez desligado de la institución, habló por primera vez acerca de sus últimos meses en el club, donde estuvo apartado del plantel profesional desde enero de este año, y contó que nunca supo el motivo real por el cual fue perdiendo terreno en el equipo que en su momento dirigía Diego Monarriz.
“Nunca lo supe el por qué. Fue algo que me quedó pendiente. Me hubiese gustado que se manejen de otra manera por el tiempo que yo estaba en el club y por cómo me manejé adentro. Después que se va Pizzi, el técnico me sacó y no me tuvo más en cuenta. Con el único que tuve un diálogo fue con el Pipi (Romagnoli). Me hubiese gustado hablar con Monarriz, nunca supe si fue decisión de él o fue de arriba. Creo que a mi edad el diálogo es importante”, remarcó en diálogo con Closs Continental.
Más allá de haber quedado relegado durante este semestre, el arquero de 35 años contó que se va sin rencores del club. “Fueron cuatro años y medio a los que siempre le saco el lado positivo. Yo los disfruté mucho pese a que la última etapa no fue buena. El club ya buscaba una renovación, hubo muchos cambios de la camada nuestra y entiendo que así es así el fútbol. Fue de común acuerdo y en un diálogo cordial”, señaló luego de cortar el vínculo que vencía en junio del próximo año.
Además, se mostró conforme por haberle peleado un lugar a un histórico como Torrico. “Pienso que Seba es un muchacho que no se ve, es una gran persona y es muy rendidor. Mucha gente me decía en su momento, ¿A qué vas? Pero me quedo tranquilo porque fui a pelear un lugar con él. Creo que el primer año y después tuve la oportunidad de jugar muchos años, casi 80 partidos sacando los últimos seis meses y la etapa que me fui a México”, manifestó aclarando que con el Cóndor le quedó una amistad.
Por último, relacionó la irregularidad de los últimos años del equipo a los continuos cambios de cuerpos técnicos y futbolistas. “Es difícil en el fútbol argentino tener proyectos. Los cambios de técnicos no son buenos para los jugadores y en el último tiempo San Lorenzo renovaba mucho el plantel. Vino Almirón y llegaron quince jugadores. Se fue y llegaron otros quince. Se fue Pizzi y con Monarriz vinieron otros tantos. Ojalá que Soso, que es muy joven y dicen muy capaz, ojalá pueda mantener un proyecto”, sentenció.