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Ortigoza se aferra al cargo: le respondió a San Lorenzo con una carta y avisó que no renuncia

Con un escrito enviado al presidente Moretti, el ex futbolista avisó que no dejará su cargo como vocal de la Comisión Directiva.

El jueves 19 de septiembre, el mundo San Lorenzo se indignó por los videos que se fueron viralizando donde a Néstor Ortigoza se lo veía agrediendo a su ex mujer, que ya lo había denunciado antes por violencia de género. La situación escaló tan rápido que desde el club emitieron un comunicado pidiendo de manera oficial su renuncia.

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Pasaron los días, las semanas, y no hubo respuesta por parte del ex futbolista, que ya había sido corrido de las decisiones del fútbol del Ciclón y al que luego de los violentos episodios registrados por las cámaras de su domicilio le exigían que deje su cargo de vocal en la Comisión Directiva. Y la respuesta llegó por estas horas…

El descargo lo hizo a través de una carta que le envió a Marcelo Moretti en el que, básicamente, avisó que no va a renunciar hasta que la Justicia se expida. En el escrito no habla del comunicado del club cuando se viralizaron los videos, pero sí de la suspensión y posterior expulsión que pidió la Subcomisión de Género y Diversidad.

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néstor ortigoza
Ortigoza le envió una carta a Moretti.

En su argumento habla como parte (sigue siendo vocal), afirmando que hasta el momento no fue notificado sobre la conformación del Tribunal de Ética y Disciplina que deberá evaluar junto a la Asamblea su situación, y avisó que acudirá a hacer valer sus derechos como socio cuando le notifiquen la “cancelación” que propuso la Subcomisión.

Después, le habla directamente al presidente “sobre el principio de inocencia” y que el intento de sacarlo es “una suerte de muerte civil en un tribunal especial basada en información inexacta, parcial e interesada de una de las partes en un conflicto familiar”. Por último, asegura que las pruebas que lo desincriminan de esta “inocultable operación mediática” ya están en la Justicia.

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La carta de Ortigoza a Moretti

“Me dirijo a usted en relación a la publicación en medios de comunicación / redes sociales de la petición de la subcomisión de género y diversidad de nuestro club en la que se solicita el inicio de un sumario para mi suspensión inmediata y posterior expulsión e inhabilitación (como asociado, vocal y responsable futbolistico de nuestro club).

En este sentido, celebramos la conformación del Tribunal de Ética y Disciplina que tendrá responsabilidad, junto con la Asamblea, de evaluar este informe y proceder de acuerdo a su análisis. Destaco que al día de la fecha NO se me notifico de la conformación de ningún Tribunal de ética.

Por ello y atento a la cancelación social propuesta hacia mi persona por los integrantes de la mencionada subcomisión, dejo constancia que acudiré al ser notificado fehacientemente para hacer valer mis derechos como asociado.

Con el conocimiento de que usted es un profesional del derecho, resulta innecesario una extensa argumentación sobre el principio de inocencia, la necesidad de desvirtuar el mismo mediante una sentencia judicial, derivada de un debido proceso legal desarrollado ante los tribunales establecidos en un estado de derecho. La propuesta arrimada por la Subcomisión intenta – reitero – la cancelación de mi persona, una suerte de muerte civil en un tribunal especial basada en información inexacta, parcial e interesada de una de las partes en un conflicto familiar, vulnera en forma explícita derechos y garantías establecidos por la Constitución Nacional y los Pactos Internacionales que son norma de perfección de la misma – art. 75 inc. 22 C.N.

Debo destacar que la Honorable Subcomisión de Genero y Diversidad cuenta con algunos fotogramas de un video editorializado, que fueron difundidas en forma espuria para dar inicio a esta lapidación mediática de la que soy objeto.

Es importante consignar, que fueron entregadas a la justicia las pruebas que me desincriminan de esta inocultable operación mediática. Tenga usted presente que mi explicación se ve limitada por la imperiosa necesidad de preservar a mis hijos y a mis padres, mayores de edad”.

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