A poco más de ocho meses de asumir, en San Lorenzo hubo un fuerte movimiento político en estas horas: Pablo García Lago dejó de ser el Secretario del Ciclón. Así lo confirmó el propio dirigente en la reunión de Comisión Directiva en el Nuevo Gasómetro, con una fuerte carta mediante la cual explicó los motivos de su renuncia.
“San Lorenzo es un club inviable. Hay que poner al club por encima de todo. Las mezquindades lo están sumergiendo en la etapa más oscura de su historia. Por herencia y errores presentes. Los enemigos están dentro y fuera. Quieren herir dirigencias previas y no miden consecuencias”, fue uno de los párrafos que leyó.
Y luego disparó para todos lados. Entre otras cosas, asegurando que operaron contra él en las redes, que en vez de unir como se pregonó pre elecciones desde la CD se incitó a la confrontación de los sanlorencistas, que no fue tenido en cuenta en muchas de las decisiones pese al cargo que ocupaba y que incluso la Auditoría en contra de la gestión anterior ya está digitada de antemano.
Desde hace un tiempo, García Lago se había distanciado de varios de los integrantes de la comisión directiva y hasta se había tomado una licencia de dos semanas a fines de julio. Producto de estas profundas diferencias con sus pares, su incomodidad fue creciendo hasta derivar en lo que muchos se veían venir: renuncia a la secretaría, aunque no a una de las vocalías que seguirá manteniendo. Uriel Barros ocupará su cargo.
Ah, como dato, junto a Marcelo Moretti fue uno de los denunciados por Daniel Vila por el escándalo del comprobante trucho que le enviaron a Independiente Rivadavia por la compra de Matías Reali.
