Marcelo Moretti había anunciado en reiteradas ocasiones que encontró un club “vaciado”. Esa fue la palabra que utilizó el nuevo presidente en el momento que le tocó asumir sobre finales de diciembre y empezar a revisar las cuentas de San Lorenzo. Pero la soga que asfixiaba a la institución azulgrana comienza a apretar un poco menos.
El Ciclón emitió un comunicado en donde les avisa a los socios y los hinchas que levantó el embargo de una cuenta bancaria que era necesaria para las cuestiones operativas del día a día. La misma estaba inaccesible porque un fondo suizo (AIS Group) le había iniciado acciones legales por una deuda contraída por la dirigencia anterior de cuatro millones y medio de dólares.
En el detalle del paso a paso, San Lorenzo indica que el Juzgado Comercial 20 primero trabó un embargo por una de las cuentas del club y que ante la necesidad de utilizar el dinero de la misma, aceptó sustituir ese embargo por otro “sobre el inmueble donde se encuentra la sede deportiva de Avenida La Plata“, que también fue solucionada y levantada el 29 de febrero pasado.
Eso sí, que se haya resuelto favorablemente este tema no quita que todavía haya que abonar lo que reclama el fondo. Es decir, el club ya puede utilizar sus cuentas con normalidad pero los USD 4.500.000 aún tienen que ser devueltos. “Se continuará con el proceso de verificación de la deuda”, cierra San Lorenzo en su comunicado.
Las deudas que ya tuvo que levantar
El caso más emblemático en los pocos meses que van de la gestión es el de Yeison Gordillo. El colombiano fue a la FIFA por una deuda que reclamaba desde que se fue de Boedo (a mediados de 2022) y que los directivos anteriores patearon hacia adelante. El monto ascendía a 1.526.713,50 de dólares más intereses que San Lorenzo debió abonar sí o sí porque de otro modo no podía utilizar a los jugadores que contrató en el mercado.
También la CD comandada por Moretti tuvo que hacerle frente a otros compromisos impagos con Rafa Pérez, quien terminó yéndose a Colombia; con Rayados de Monterrey por una cuota adeudada por la compra del pase a fines de 2022 de Adam Bareiro (al que también le tuvo que pagar para retenerlo en este libro de pases) y también con Tijuana de México, por otro saldo sin pagar por la adquisición del Torito Rodríguez a principios de 2021.