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San Lorenzo y un triunfo muy necesario en la previa al clásico

Con cabezazos de Bareiro y Herazo, el Ciclón le ganó 2 a 0 a Tigre: terminó con dos más y aunque no jugó bien, festejó. La gente se acordó de Huracán, al que visita la fecha que viene.

No fue un buen partido de San Lorenzo ni mucho menos. Pero se tenía que ganar y ganó. No hay nada más valioso que sumar por primera vez de a tres en lo que va del 2024. Lo necesitaba Rubén Insua, lo necesitaba el equipo. Lo reclamaban los hinchas. Y eso es lo que vale. La victoria 2-0 ante Tigre es una cuota de aire para dar el primer paso en búsqueda de una remontada y en un momento clave, justo en la previa al clásico con Huracán.

Le alcanzó con poco a San Lorenzo para ser más que un limitado Tigre. Le costó arrancar al equipo de Insua, lo hizo todo muy de a poco. Pero como resultado de unos minutos de dominio, llegó la apertura del marcador: todo del Perrito Barrios, que sacó a bailar a Aguirre y mandó un centro perfecto a la cabeza de Bareiro para terminar la jugada. A partir del gol, el Ciclón estuvo más cómodo y se potenciaron algunas individualidades.

Más allá que el Matador empezó a agarrar más la pelota, el local fue quien tuvo más posibilidades de poder aumentar la ventaja. No fue claro igualmente en los metros finales, sobre todo cuando la definición llegaba a los pies de Leguizamón. En medio de la nada, el susto: una triangulación entre Alemán y Medina que dejó a Maroni de frente al arco, pero el ex San Lorenzo definió con un pase a las manos de Altamirano. Sobre el final, un cabezazo de Romaña que sacó Tagliamonte al córner fue lo más peligroso que generó el CASLA.

El segundo tiempo demoró en arrancar. Muy trabado, con mayor tenencia de Tigre. Hasta que Alemán, completamente desquiciado, le pegó un codazo a Giay en una falta a su favor y Echenique lo expulsó. Con diez hombres, contra todos los pronósticos, Altamirano tuvo que volar para sacarle un remate raso a Galván y evitar el empate. Después de eso, jugado por jugado, los de Victoria se abrieron en el fondo y San Lorenzo encontró los caminos para hacer valer la diferencia.

¿Lo malo? No lo hizo hasta el final, ya cuando Tigre ya tenía dos hombres menos por una doble amarilla a Giacopuzzi y todos pedían más. En ese momento fue que Herazo metió un cabezazo sublime que hizo delirar al Nuevo Gasómetro, puso el 2 a 0 definitivo y a partir de ahí, ya con el resultado puesto, la gente le empezó a cantar a Huracán, al que visita la próxima en Parque Patricios y quiere hacerle valer la historia.