San Lorenzo es un equipo de extremos: puede estar mucho tiempo sin ganar al punto de quedarse con un pie afuera de la Copa de la Liga y al mismo tiempo pujar para que de un momento al otro pueda ilusionarse con la clasificación a los cuartos del certamen. Ante Godoy Cruz sumó tres puntos clave en un partido con escas situaciones de gol y consiguió un triunfazo en el Nuevo Gasómetro que genera esperanza en la gente.
El primer tiempo estuvo signado por la paridad. El Ciclón arrancó mejor, pero después se fue quedando y terminó inconexo, con muchas dificultades para abastecer a Herazo salvo por algún pelotazo que salía del fondo. La fórmula entre Barrios, el más punzante, y Braida, con su ida y vuelta, volvió en esa primera mitad. Pero le faltó peso ofensivo porque más allá de las intenciones el único disparo al arco fue en un tiro libre de Ferreira que atrapó sin problemas Petroli.
El Tomba, cuando se acomodó de esa primera tenencia azulgrana, agarró más la pelota, la movió de un lado al otro pero tampoco tuvo situaciones claras de gol. Sí amenazó con un disparo de Fernández que contuvo bien Altamirano. Y el equipo de Insua, que en el tramo final quiso adelantarse más en el campo, emparejó el trámite a puro ímpetu, metiendo más que jugando y así los minutos se fueron diluyendo muy lejos de los arcos.
En el complemento, ninguno de los dos equipos estaban haciendo prácticamente nada para ganarlo. Aunque la mitad de la cancha parecía una autopista, ni los de Insua ni los de Oldrá pudieron tener ninguna chance clara de gol. Pero a los 21′ todo cambió. Ferreira mandó el centro de un tiro libre por una falta que le cometieron a Leguizamón, que había ingresado por Giay, y Tarragona, que entró por Herazo, arremetió desde atrás para poner el fusilar a Petroli. Tras una interminable revisión del VAR por posible offside, el Ciclón se puso 1-0.
Tras la ventaja, el visitante empezó a tomar mayor protagonismo y el CASLA se replegó, se metió demasiado cerca de su propio arco y sufrió con dos chances clarísimas de Godoy Cruz: primero en una palomita de López Muñoz que casi de casualidad rebotó en Luján cuando Altamirano ya estaba vencido y después con un cabezazo a quemarropa de Conechny que el arquero, con una tremenda reacción, logró desviar al córner.
Sobre el final, el Tomba puso mucha gente al área pero San Lorenzo lo aguantó bien porque el Gallego reforzó el equipo con el ingreso en la mitad de la cancha de Perruzzi y en el fondo de James, que volvió a jugar con la azulgrana luego más de un año y medio. Así ganó por la mínima y el equipo de Insua sigue con chances de alcanzar el objetivo de la clasificación: quedó a tres de Newell’s y en la fecha intentará ratificar su paternidad con Boca para seguir con vida en la Copa de la Liga.
