Mientras todavía se intenta asimilar el duro golpe por la grave lesión de Gastón Hernández, una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, San Lorenzo tomó una decisión: no hará ningún intento por incorporar un reemplazante, según lo permite el reglamento teniendo en cuenta este tipo de contratiempos al abrirse la posibilidad de contar con un cupo de refuerzo.
En esta coyuntura, hay cinco días hábiles para presentar la solicitud y a partir de entonces diez días más para concretar una eventual llegada. Pero salvo alguna oportunidad excepcional, la dirigencia y el cuerpo técnico saben que sería una tarea muy difícil buscar a contrarreloj por el contexto económico y por el abanico de posibilidades que hay con el mercado ya cerrado.
Las opciones de Insua
A la espera de ser operado, es un hecho que estará el Tonga no volverá a las canchas hasta el 2025. Por lo pronto, pareciera que su reemplazante se debatirá entre el colombiano Nicolás Hernández, quien entró por él a los 13′ del ST contra Platense, y Gonzalo Luján, que tras su vuelta del Preolímpico solo no fue titular en el partido contra Newell’s en Rosario.
Con Jhohan Romaña y Gastón Campi, a priori, como fijas en la línea de tres que suele implementar el Gallego, las otras alternativas que tiene al alcance son Carlos Sánchez, que no volvió a jugar después de sus errores en el clásico contra Racing, y Jeremías James, a quien San Lorenzo repescó de su préstamo en Barracas Central y todavía no sumó ni un solo minuto.
El momento de la lesión de Gastón Hernández
Hernández se lesionó a los 11 minutos del segundo tiempo del partido contra Platense. Había recuperado una pelota en tres cuartos de cancha cuando quedó desequilibrado y pisó mal con su pierna, causando que quede tendido en el campo de juego con claros signos de dolor. Luego de ser asistido por los médicos, se largó a llorar y no pudo salir por sus propios medios.