A una de las novelas del mercado de pases en San Lorenzo se le siguen acumulando capítulos. Porque después que la dirigencia tenga prácticamente sellada la venta de Adolfo Gaich, a cambio de 8,5 millones de euros limpios para las arcas del club por el 80% de su ficha, la negociación continúa empantanada y puede que la venta al CSKA de Moscú se caiga. Sería la segunda transferencia frustrada para el juvenil este 2020.
Esta vez, el motivo tuvo que ver pura y exclusivamente con el entorno del juvenil. Cuando ya había acuerdo de palabra entre los clubes, los empresarios que lo representan echaron todo para atrás aduciendo públicamente que no convencía el sueldo que le ofrecían al Tanque y que estaban evaluando propuestas de otras ligas con mejor vidriera. Sin embargo, por Boedo desconfían de esta versión.
El conflicto habría surgido porque la gente que maneja al jugador quiere llevarse una tajada más grande por la comisión del pase. Ellos aseguran que la oferta del CSKA llegó a través de su intermediación y la dirigencia de San Lorenzo manifiesta que la negociación fue directa con sus pares europeos. Es por esta razón que los rusos, que tenían todo listo hasta hace unos días con la CD, ni siquiera llegaron a hacer una oferta oficial al Ciclón.
Tanto es así que este lunes al final del día en Rusia (19hs de Argentina) venció el plazo por el arreglo verbal que tenían ambas instituciones. Como no llegaron a un acuerdo con la representación de Gaich, no hubo tiempo para estrecharse la mano ni confirmar su salida. Esto no quiere decir, por ahora, que la venta haya quedado en la nada. En Boedo creen que las charlas se pueden reflotar por estas horas, pero si no esta el OK con los agentes…
No es la primera vez que una negociación por el cordobés da un giro inesperado a último momento. A principios de año, cuando la CD se frotaba las manos para transferirlo por 17 millones brutos al Brujas de Bélgica mientras disputaba el Preolímpico de Colombia, las formas de pago ni los avales que presentaron los europeos terminaron de convencer entre los directivos. En aquella ocasión todo quedó en la nada, ¿Y ahora?