No es normal que jugador se baje el sueldo dos veces para seguir entrenando en un plantel. Pero eso le que pasa a Santiago Vergini en San Lorenzo. El defensor, que jugó tan solo cinco partidos con la camiseta azulgrana, tampoco consiguió club en este mercado de pases y es por eso que negoció otra rebaja salarial a cambio de seguir practicando a la par de sus compañeros. Aún sabiendo que Mariano Soso no lo tendrá en cuenta. Repasemos.
El zaguero de 32 años llegó a Boedo a mediados del 2019 pasado en condición de libre y firmó un contrato hasta el 2023. Sin embargo, por su rendimiento y con la idea de liberar uno de los sueldos más elevados del plantel, a principios de año quedó marginado y estuvo entrenándose un tiempo en contraturno junto a Nicolás Navarro y Ezequiel Cerutti, quienes ya se fueron de la institución.
Como en aquella oportunidad no encontró otro club para ir a jugar, se bajó la mitad de su salario y eso le permitió volver al practicar con el grupo. La idea, claro, era que una vez que finalizara el semestre y arranque la nueva ventana consiga otro destino. Pero eso no pasó. Si bien sonó como refuerzo de Newell’s, su ex equipo, lo cierto es que en el regreso a la pretemporada post pandemia, siguió moviéndose con el resto del plantel y la historia se vuelve a repetir.
Aún sabiendo que corre por detrás de Alejandro Donatti, Federico Gattoni, Fabricio Coloccini, Ramón Arias y Francisco Flores y que fue suplente del equipo suplente durante los últimos amistosos, Vergini tiene todo listo para firmar una nueva actualización de su contrato y volver a resignar el 50% de su salario actual. Es decir, una vez que ponga el gancho, percibirá sólo el 25% del dinero que recibía cuando llegó a San Lorenzo.
Ahora, la idea de la dirigencia es la misma que tuvo en los últimos dos mercado: que una vez que comience el próximo receso emigre de la institución. ¿La tercera será la vencida?