En medio del escándalo por presunta corrupción que involucra al presidente del club, Néstor Navarro asumirá la conducción de San Lorenzo de forma interina. El vicepresidente primero llegó hoy al país esta mañana y se hará cargo tras la licencia presentada por el actual titular, cuestionado por un video donde recibe dinero de supuestas coimas.
El anuncio fue realizado de forma extraoficial por Pablo Levalle, subintendente de la Comisión Directiva, durante una entrevista en La Cicloneta. Allí confirmó que Navarro, por línea sucesoria, será el encargado de tomar las riendas del club mientras se define el futuro institucional en Boedo.
Navarro no es una figura histórica en la política azulgrana. Es empresario del rubro ganadero, excombatiente de Malvinas y residente de Punta del Este, Uruguay. A pesar de su perfil bajo, fue parte de la lista ganadora de las elecciones de diciembre pasado, venía colaborando activamente con la gestión y es encargado del Departamento de Fútbol del Ciclón.
Según Levalle, la decisión ya está tomada y no hay margen para otras alternativas. “Estamos desde ayer trabajando con todo el bloque para poder hacer esta transición y poder llevar un poco de tranquilidad”, señaló el dirigente, marcando una postura de continuidad institucional en medio del caos dirigencial.
Por lo pronto, San Lorenzo entra en una nueva etapa, con incertidumbre sobre la duración de esta conducción y sin certezas sobre el rumbo que tomará el club. Lo único claro es que, tras apenas quince meses de mandato, la era Moretti está momentáneamente y Boedo vuelve a estar en crisis. Mientras, la gente pide su renuncia y elecciones anticipadas…
