Mientras Marcelo Moretti insiste en volver a la presidencia de San Lorenzo, una parte del mundo azulgrana sigue organizándose para impedirlo. En medio del escándalo judicial y las causas que lo involucran, una marcha que ya se venía gestando en redes sociales tomó nuevo impulso en las últimas horas.
La convocatoria comenzó a circular días atrás, impulsada por socios e hinchas autoconvocados que expresan su rechazo al regreso de Moretti, quien planea retomar formalmente el mando la semana próxima. Pero este jueves por la mañana, César Francis, histórico opositor y referente de la agrupación “Volver a San Lorenzo”, se sumó públicamente al llamado.
Con un mensaje en redes sociales, Francis expresó su apoyo a la movilización: “Ante el anuncio de Moretti en pos de concretar su vuelta a la presidencia del club la semana próxima, los socios debemos movilizarnos para impedirlo. No hay más tiempo para especulaciones ni egos personales, debemos priorizar a San Lorenzo. Nos vemos mañana en la sede”.
La adhesión de Francis le dio un marco más visible y político a una protesta que ya estaba en marcha. La movilización, prevista para este viernes en la sede de Avenida La Plata, busca frenar el regreso de Moretti y exigir su renuncia inmediata, además de elecciones anticipadas.
Ante el anuncio de Moretti en pos de concretar su vuelta a la presidencia del club la semana próxima los socios debemos movilizarnos para impedirlo. No hay más tiempo para especulaciones ni egos personales, debemos priorizar a San Lorenzo. Nos vemos mañana en la sede. pic.twitter.com/s8VYXDcUAN
— Cesar Francis (@drcesarfrancis) June 26, 2025
No es la primera vez que se manifiestan contra el presidente. Ya hubo una marcha similar cuando se difundieron los videos de Telenueve Investiga, donde se lo ve guardándose un fajo de dólares en el contexto de las supuestas coimas.
Con Moretti decidido a volver al club, y con una situación judicial que lo complica cada vez más, el clima en San Lorenzo se vuelve a calentar. El rechazo en la calle suma respaldo político, y la tensión institucional no deja de crecer.