Fernando Batista, el entrenador del Sub 23 de la Selección, fue clave en la carrera de Adolfo Gaich. Cuando el jugador no contaba con posibilidades en San Lorenzo, el DT siguió confiando en él y cada vez que lo convocaba para vestir la camiseta Albiceleste le respondía con creces. Fue goleador en el Sudamericano Sub 20 de Chile, en el Mundial Sub 20 en Polonia y también en los Panamericanos de Lima. Sus gritos hasta lo llevaron a tener una chance en la mayor, en un amistoso que el equipo de Lionel Scaloni jugó ante México.
Su buen paso por Argentina, sumado a la racha goleadora de sus últimos partidos en Boedo, llevaron a que estuviese a punto de ser vendido al Brujas por 17.000.000 de dólares brutos al Brujas de Bélgica, la que hubiese sido la venta más exitosa de la historia del Ciclón. Sin embargo, cuando todo parecía cerrado, el pase se cayó y el entrenador, que está junto al Tanque en el Preolímpico de Colombia, contó cómo vivió el delantero tantos vaivenes durante las últimas horas y teme que pueda llegar a repercutirle en lo futbolístico, pero sobre todo en lo emocional.
“Ayer fue un día movido. Estuvo a punto de irse a Buenos Aires y después tuve que decirle que se tenía que quedar. Lo que más deseo es que no le afecte a la cabeza. No por el torneo en sí, sino por él. Estaba entusiasmado. Más allá de que estaba muy cómodo en San Lorenzo, era una venta importante. Imaginate que lo cargaban porque el 20 (de febrero) podía tener la posibilidad de jugar contra el Manchester United por Europa League y todo eso puede repercutir la cabeza de un chico 20 años“, contó en diálogo con Un buen momento, por La Red.
Luego, agregó: “Tuvimos una charla ayer porque hasta la tarde el pase estaba hecho. Me llamó el presidente Tapia para decirme que iba a viajar y le íbamos a dar permiso para que se haga la revisión. Con los resultados puestos hoy (contra Venezuela) no iba a jugar, iba a tener descanso por el trajín que tenía. Después tuve que decirle en la habitación, ya con el bolso preparado, que lo desarme porque se quedaba y que íbamos a entrenar… En estas horas ya me dijeron que se cayó”.
“Estoy acostumbrado a estas situaciones, pero no es lo ideal porque constantemente le estás diciendo a los chicos que querés que tengan la cabeza acá, metida en el torneo. También hay que ser realistas que tiene su representante, su familia, lee, escucha, se hablan de cifras que mueven a cualquiera… Uno intenta hablarle, de darle una opinión y tratar que tengan la cabeza en el Preolímpico, pero hay cosas que un entrenador no lo puede manejar”, añadió.
Por último, aseguró que va a tratar de seguir de cerca al Tanque. “Seguramente que voy a seguir hablando con él como lo vengo haciendo en estos días. Decirle que esté tranquilo y que si se tiene que dar, se va a dar. Es jovencito y si le afecta es lógico, pero trataremos de ayudarlo. Ojalá también que esté deportivamente de la mejor manera para lo que viene”, sentenció Batista.
