Nahuel Manzo llegó a Boedo en el 2013 y se instaló en la pensión del club. Se formó íntegramente en la cantera de San Lorenzo y ganó tres títulos mientras fue ascendiendo de categorías. Además, formó parte de la Reserva bicampeona de Monarriz. Sin embargo, como tantos otros juveniles, terminó rescindiendo su contrato sin jugar un segundo en Primera.
El 2020 fue absolutamente cuesta arriba para su carrera profesional. A principios de año, la dirigencia del Ciclón intentó cederlo a préstamo, pero como no le encontró un destino decidió separarlo del plantel y, hasta que se paró el fútbol por la pandemia, estuvo entrenando a contraturno en la Ciudad Deportiva junto a Navarro, Cerutti y Vergini, los marginados que tenía el primer equipo.
Como su situación no tenía vuelta atrás, el volante, que había firmado su primer contrato profesional a mediados del 2017, prefirió realizar tratativas para marcharse con el pase en su poder pese a que mantenía vínculo hasta junio del año que viene. Finalmente, después de haber sonado en Almagro, Manzo emigró a Europa para jugar en el fútbol suizo.
— Nahuel Manzo (@NahuelManzo) September 1, 2020
De esta manera, el mediocampista que en julio cumplió 23 años, se convirtió en el tercer juvenil que rescindió con San Lorenzo durante este mercado de pases. Los otros dos también fueron compañeros suyos en el bicampeonato de la Reserva de Monarriz: Gonzalo Ríos, que se sumó a Deportivo Armenio, y Jonás Acevedo, que pasó a Quilmes.