Sus contratos se terminan el 31 de diciembre, pero como están dentro de la lista de jugadores que Rubén Darío Insua quiere mantener en el 2024, Marcelo Moretti y Néstor Ortigoza ya se empezaron a mover para retenerlos. Gastón Campi y Manuel Insaurralde, de ellos se trata, se encuentran en plenas negociaciones para renovar sus vínculos con San Lorenzo.
El defensor de 32 años, quien llegó a Boedo a mediados de 2022, respondió cada vez que se le presentó la oportunidad de jugar. En el último año disputó 33 partidos, pero la mayoría de ellos como titular en el segundo después de la salida de Federico Gattoni. Los dirigentes quieren extender su estadía y Campi, que parecía que se marchaba a Perú, le dará prioridad al CASLA.
El volante central de 24 años, surgido de las divisiones inferiores, tenía ganas de emigrar por la falta de minutos: apenas 86′ desde que volvió de Gimnasia. Sin embargo, en la última conferencia del año Insua sorprendió y pidió por su continuidad. Ya recibió una propuesta del club para que siga y ahora aguardan su respuesta, aunque creen que no habrá inconvenientes para la firma.
No es la primera vez que San Lorenzo debe negociar a contrarreloj. Es una situación que se repite de los últimos años, con la particularidad que esta vez se produce en medio de un cambio de gobierno. Augusto Batalla, Facundo Altamirano y Rafa Pérez, son los otros casos que la nueva CD deberá solucionar en lo inmediato de cara al inicio de la pretemporada del 3 de enero.
