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San Lorenzo volvió a perder y el Nuevo Gasómetro explotó contra todos

El Ciclón cayó 2-1 con Patronato de local y los hinchas se hicieron sentir: la tarde terminó en cantos contra los jugadores y dirigentes.

La silbatina final, tanto como los reclamos cuando el partido ni siquiera había empezado, no deja lugar a dudas: el hincha de San Lorenzo se hartó. A un presente convulsionado en lo institucional (económico y político), el equipo cada partido que pasa, desilusiona un poco más. Este sábado, por la fecha 12, perdió con Patronato y el clima en el Pedro Bidegain terminó otra vez caldeado. “Que se vayan todos”, reclamó la gente, acompañando al pedido de elecciones anticipadas.

Dieciocho minutos le duró el orden inicial al Ciclón. Dieciocho minutos en los que manejó la pelota, intentó ser profundo y casi convierte, en los pies de Adam Bareiro en el arranque. Pero ese dominio, rodeando el área pero casi sin pisarla, no se tradujo en más situaciones. Y Patronato, en cambio, golpeó en su primer ataque a fondo: Gudiño le ganó en velocidad a Gattoni, tocó para Álex Rodríguez, que la paró ante un pasivo Zapata y metió un zurdazo lejos de Torrico.

La visita siguió haciendo su juego y a San Lorenzo, en medio de la tensión que ya había en la cancha, le costaba encontrar los caminos. Tenía la pelota, la movía bien en la mitad de la cancha, Cerutti (otra vez de lo mejor) encaraba y ganaba, pero le faltaba peso ofensivo. No tenía ideas. Así, lo único que generó hasta el final de ese primer tiempo fue por un remate lejano de Fernández Mercau que Mansilla terminó desviando al córner. Al descanso, lo esperado: hubo repudio del público para los futbolistas y los dirigentes.

Antes de poner la pelota en juego nuevamente, Berón cambió: adentro Centurión, afuera Herrera. Y San Lorenzo lo sufrió en los primeros minutos: Torrico primero sacó abajo un disparo de Castro y en el rebote, Gudiño luchó, la mandó adentro y Zapata la salvó en la línea. Para colmo, mientras iba como podía, Fernández Mercau, lleno de impotencia, le metió un planchazo a Lozano y se fue expulsado a instancias del VAR.

Enseguida, llegaron más emociones. Chequeo de video arbitraje mediante, Gudiño estiró la diferencia para la visita y mientras la cancha estallaba contra todos, una serie de rebotes en el área terminó con el descuento azulgrana, luego de que la pelota rebotara en Ojeda, apaciguó momentáneamente el clima en el Nuevo Gasómetro. Con el empuje de su gente, lo mejor que tuvo San Lorenzo fue un cabezazo desviado de Cerutti luego de un buen centro de Braida, que había ingresado minutos antes por Zapata.

El final fue inexplicable. San Lorenzo parecía un equipo de barrio, que dio muchas ventajas en el fondo y veía cómo Patronato dominaba al punto que Torrico le dio vida hasta el cierre, tapando dos mano a mano, uno a Lozano y otro a Lucas Barrios. Después del pitazo final, la cancha fue una caldera. El público despidió a los jugadores con una estruendosa silbatina y los principales cánticos tuvieron como destinatarios a Tinelli, Matías Lammens y la cúpula dirigencial. No es para menos…