Gonzalo Maroni fue una de las grandes apuestas de San Lorenzo. Sin embargo, no fue fácil su adaptación. De entrada, Rubén Insúa no lo notó bien físicamente y lo dejó afuera varios partidos. Y cuando estuvo apto, tampoco mostró buenos rendimientos y con el tiempo fue quedando relegado. Pero ahora, después de casi un año en el club, pudo tener su mini revancha. Ante la gran cantidad de bajas que el equipo sufrió en Brasil, el Gallego sorprendió en la previa. Después de tocarle ingresar por la Liga a cuentagotas, esta vez fue de arranque y el volante ofensivo aprovechó al máximo su chance. Jugó cómo lo necesitaba el Ciclón. Y por sobre todas las cosas, como lo necesitaba él. Marcó…
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