Los hinchas festejan a la distancia. San Lorenzo consiguió una victoria tremenda en el debut de la Copa Sudamericana. El equipo de Rubén Insúa venció, con un jugador menos desde el arranque del partido, a Estudiantes de Mérida por 1-0 con un golazo que se gritó con alma y vida, de Federico Gattoni, y una actuación que prácticamente no tuvo fisuras. Realmente conmovedora.
Fue un gran primer tiempo el de San Lorenzo. Superó a Estudiantes de Mérida en todas las líneas incluso reponiéndose de un arranque hostil, en el que jugó con uno menos desde los 6 minutos por la polémica expulsión de La Roca Sánchez y la baja prematura de Agustín Martegani por el pésimo estado que presentó el campo de juego. El zurdo, figura en los últimos partidos del Ciclón, quiso apretar en la salida rival, se dobló feo el tobillo y lo reemplazó Nahuel Barrios, quien terminó siendo importante.
PEOR COMIENZO PARA SAN LORENZO, IMPOSIBLE: la Roca Sánchez, EXPULSADO a los 6 minutos de partido… ¡Y por doble amarilla!
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— SportsCenter (@SC_ESPN) April 5, 2023
En inferioridad de condiciones y bajo la batuta del Perrito, San Lorenzo redujo a su rival. Con la misma entrega de siempre, tocando, abriendo la cancha, cómodo porque el equipo estaba bien… Pero le faltaba ese golpe letal que llegó por Federico Gattoni, que fue al frente con pelota dominada y metió un tremendo bombazo que se coló en el ángulo derecho de Beycker Velásquez. Llegando al final, Iván Leguizamón construyó una buena individual que tapó el arquero y Augusto Batalla apenas intervino por un remate lejano que se terminó desviando en un jugador local.
¡¡PERO POR FAVOR, QUÉ PEDAZO DE GOL DEL CICLÓN!! Infernal remate de Federico Gattoni para el 1-0 de @SanLorenzo ante Estudiantes (M) en la CONMEBOL #Sudamericana. Pegale tranquilo…
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En el inicio del complemento, Estudiantes tomó la pelota y las riendas. Quiso desgastar a San Lorenzo, movió la pelota buscando alguna fisura. Pero a excepción de un disparo de Junior Paredes que pasó cerca el palo izquierdo, jamás lo pudo hacer contra diez que te mordían los tobillos si era necesario, que jugaron con el corazón (y la cabeza). El Ciclón incluso pudo aumentar la ventaja con disparos de media distancia de Malcom Braida, de Barrios y una corajeada de Gastón Hernández.
Sobre el final el local era desesperación. Desorden. San Lorenzo, que ya había hecho todo lo que tenía que hacer, pudo liquidarlo al final con alguna que otra contra que terminó fallando en los metros finales. Y ganó un partidazo, de esos que generan mucha más ilusión de la que se está creando en esta primera parte del año…