El gran partido que jugó ante Peñarol en Montevideo quizá haya sido el último empujón que necesitaban los dirigentes. Porque al día siguiente hubo algunos llamados con su representante y el club dueño de su ficha para comunicarles que, finalmente, San Lorenzo hará uso de la opción de compra Orlando Gill.
El arquero de 24 años ya venía haciendo méritos en Reserva y hasta debutó como titular en Primera en el último partido del torneo pasado, ante Tigre. Lo que pasa es que su préstamo venció el 31 de diciembre y las charlas por su renovación se dilataron tanto, que hasta ahora viene haciendo la pretemporada y jugando los amistosos sin contrato, con todo lo que eso implica.
Pero después de su actuación contra el Carbonero y su propio pedido de continuidad (“Quiero seguir en San Lorenzo”, comentó port partido), la CD aceleró y tomó una decisión importante: comprará en alrededor 500.000 dólares la mitad de la ficha le pertenece a Sportivo San Lorenzo, el club de donde llegó cedido a principios del 2024.
Posteriormente, en el arranque de la semana que viene, se le renovará el vínculo que tendría duración hasta fines de 2026. Así, después de buenos seis meses desde su debut con el equipo de Damián Ayude (antes no podía jugar por no haber cupo de extranjero), Gill pondrá el gancho y tal como lo deseó, continuará defendiendo los colores del Ciclón.
Ahora bien, la decisión de comprar a Gill no implica que San Lorenzo vaya a buscar otro arquero. Y todos los caminos, después de que hayan sonado el Andries Noppert o el uruguayo Washington Aguerre, conducen al costarricense Keylor Navas. “Todavía no lo descarto”, reconoció Russo hace algunas horas. ¿O aparecerá otro nombre por estos días?