San Lorenzo no tuvo paz en la previa del clásico contra Boca. Le llovían las malas noticias: Sebastián Torrico estaba a punto de irse del club y después que se haya caído el pase de Cristian Colman, que finalmente recaló en Barracas, Matías Caruzzo le presentó su renuncia a Horacio Arreceygor luego que se hayan cruzado por diferencias por el manejo del mercado de pases.
El manager estaba afuera del Ciclón desde el jueves. Sin embargo, varios acontecimientos que se fueron sucediendo después de dar el portazo le hicieron replantear su determinación. Y finalmente, cuando todos pensaban que no había vuelta atrás, decidió que se quedará a cumplir con su función al menos hasta que termine el año.
¿Qué pasó entre medio? Horas después que haya dimitido, el club aceleró y repentinamente cerró la incorporación de Juan Ignacio Méndez tras una gestión que llevaba adelante el propio Caruzzo. El sábado le movió el piso el clima que se vivió en el Nuevo Gasómetro y la paz que trajo el triunfazo ante el Xeneize. Pero a todo esto quedaba una charla pendiente con Matías Lammens.
Tras concretar a contrarreloj el arribo de Gastón Campi pese a no saber si continuaría o no, el Ministro de Turismo y Deportes de La Nación, que sigue involucrado fuertemente en el día a día pese a bajar de la vicepresidencia a una de las vocalías, fue uno de los que le habló el martes para convencerlo que se quede. Luego limó asperezas con el actual presidente y al final, tras varios días de frustración, su postura cambió.
De este modo, luego de verse atado de pies y manos por cómo veía que se le caían algunos nombres cuando ya estaban apalabrados, Caruzzo seguirá al frente de la coordinación del fútbol profesional con el objetivo inmediato de cerrar a Martín Cauteruccio, el delantero que Rubén Insúa pretende desde el primer día, o en todo caso ver qué alternativas se le presentan en el mercado.