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¡San Lorenzo, a octavos!

Y San Lorenzo va. El objetivo está cumplido. Con un global de 3-0, el equipo de Rubén Darío Insúa se cargó a Independiente Medellín (1-0 en la ida y 2-0 en el Nuevo Gasómetro con doblete de Adam Bareiro) y ahora se viene una parada brava en los octavos de final: el Sao Paulo, el mejor equipo de la fase de grupos de esta Copa Sudamericana con el que cerrará la serie en el Morumbí.

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El arranque del primer tiempo fue de ida y vuelta. El Ciclón la tuvo con un disparo en el inicio de Leguizamón y también con un gran cabezazo de Rafa Pérez. El DIM, por su parte, respondió con una buena jugada colectiva que terminó tapando abajo Batalla y un remate que pasó muy cerca del travesaño. Pero a los 24 minutos cambió el trámite del partido por una genialidad de Adam Bareiro.


El Príncipe emuló la jugada del 1-0 en Colombia: aguantó a Palacios, giró a pura potencia pero esta vez el defensor colombiano lo terminó bajando para cometerle un clarísimo penal que él mismo cambió por gol. Lo que siguió fue una entrega de pelota de San Lorenzo hacia el rival, que mantuvo la posesión por mayor cantidad de tiempo pero ya jamás logró acercarse con peligro al área azulgrana.

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En el complemento San Lorenzo se paró de entrada para asfixiar al rival. Probó Maroni a colocar, pero Marmolejo se estiró para mandarla al córner. Y segundos después, el Perrito Barrios pateó raso y su disparo pasó al lado del palo izquierdo. Pero después, como suele ocurrir, sin ponerse colorado empezó a disputar el partido en campo propio con la idea de esperar el momento exacto para sacar una contra. El DIM merodeó, pero sin siquiera haber pateado una vez al arco.

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En medio de esos ataques esporádicos, Bareiro volvió a hacer una de las suyas: recuperó cerca del área, se llevó puesto a un colombiano con el cuerpo y le volvieron a hacer penal que canjeó por otro festejo, esta vez, fusilando al arquero del DIM. Así, San Lorenzo alcanzó una nueva meta casi sin despeinarse y ahora se le viene un cruce trascendental con los brasileños.

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