La crisis institucional de San Lorenzo no encuentra salida y, a medida que pasan los días, el escenario se vuelve más incierto. La licencia de Marcelo Moretti —que no fue tratada ni aprobada por la Comisión Directiva— dejó al club en un limbo político donde reina el desconcierto. Sin una conducción clara, con internas al rojo vivo y sin definiciones concretas, el nombre que comenzó a sonar con fuerza en las últimas horas es el de Leandro Goroyesky, actual tesorero del club.
De Lopardo al nuevo reacomodamiento
En el arranque del conflicto, todo indicaba que Julio Lopardo —actual tercer vocal titular— iba a asumir el liderazgo de una transición. Su figura generaba cierto consenso dentro del oficialismo, y hasta se llegó a hablar de una reestructuración interna para sostener su eventual conducción. Sin embargo, con el correr de los días, esa posibilidad comenzó a diluirse.
Uno de los factores determinantes sería su mala relación con el Chiqui Tapia. Cuando Lopardo era el responsable del Consejo de Fútbol, hizo declaraciones muy duras contra el presidente de la AFA, lo que dejó heridas abiertas. Ese pasado parece haber pesado en la actualidad: desde distintos sectores entienden que Tapia no vería con buenos ojos su asunción formal, y esa tensión habría sido uno de los principales motivos por los que perdió unanimidad. En ese marco, la reunión que ayer tenía que darse con la AFA —y que finalmente fue suspendida— podría haber estado pensada, entre otras cosas, para tratar este tema.
Goroyesky, el nombre que toma fuerza
En este escenario, el dirigente que aparece con mayor proyección es Leandro Goroyesky. Tesorero del club y parte del riñón más cercano a Moretti, empezó a ganar terreno entre los sectores oficialistas que buscan sostener algo de gobernabilidad en medio del caos. Su rol como administrador de las finanzas, en un club con fuertes compromisos económicos y juicios por delante, lo colocó en una posición estratégica dentro de la estructura dirigencial.
Si bien no cuenta con un consenso amplio, su figura empezó a instalarse como posible articulador de un nuevo esquema interno que permita ordenar la transición. Como ocurrió con Lopardo, si se avanza con un nuevo orden político dentro de la Comisión Directiva, habrá que reacomodar varias piezas. Nadie tiene hoy el respaldo absoluto de todos los sectores, y cada movimiento genera ruido.
CD sin reunión y vacío de poder
La reunión de Comisión Directiva que iba a realizarse esta semana, finalmente será postergada para la próxima. Allí debían tratarse tres puntos fundamentales: la aprobación formal de la licencia de Moretti, la renuncia de Néstor Navarro —el vicepresidente primero que debía asumir por línea sucesoria— y la redistribución de cargos para definir quién conducirá el club en adelante.
Esa demora profundiza el vacío de poder y extiende la incertidumbre. Sin decisiones institucionales ni representación clara, el club sigue navegando a la deriva.
Moretti no renuncia
A pesar del caos institucional y el pedido de varios dirigentes y opositores, Marcelo Moretti no tiene intenciones de dar un paso al costado. Sigue siendo el presidente formal de San Lorenzo, ya que su licencia fue anunciada públicamente pero nunca tratada ni aprobada por la Comisión Directiva. Desde su entorno aseguran que no piensa renunciar y que considera que aún tiene margen para retomar el control político.
En Boedo, la crisis sigue abierta y la incertidumbre, también.
