Los clubes no ven la hora de que retorne la competencia oficial. Si bien se estima que el fútbol no vuelva hasta septiembre, la idea que tienen es que los entrenamientos regresen lo antes posible para que los jugadores puedan reacomodarse tras el largo parate que genera la pandemia. “Se habla del 15 de julio”, filtró hace algunos días el Pipi Romagnoli, actual integrante de la Secretaría Técnica de San Lorenzo.
El tema es que a la hora de planificar la pretemporada, el CASLA se encuentra con la particularidad de que sus instalaciones están puestas a disposición del Estado. Desde el 11 de mayo se instaló en las entrañas del Pedro Bidegain un centro de testeos para los vecinos del barrio 1-11-14 que presenten síntomas o alguna conexión con casos confirmados. Esto evita, por ahora, que el plantel de Soso retome las prácticas en el Bajo Flores.
Aunque el panorama todavía está verde, la dirigencia ya está evaluando diferentes opciones para poder empezar la pretemporada. Más allá de evaluar la propuesta de trasladarse hacia a Jujuy, algo pareciera ser inviable, aparecen tres alternativas: el predio de la AFA que está ubicado en Ezeiza, el reconocido complejo de Cardales o el Hotel Holliday Inn de Ciudad Evita, que fue utilizado por el Ciclón durante el último tiempo.
Hoy en Boedo no pueden tomar ninguna decisión porque les parece muy prematuro empezar con las prácticas grupales antes de tener, al menos, un indicio firme de cuándo se reiniciará la competencia. Mientras en varios países de la región, como Uruguay, Chile o Paraguay ya anunciaron la fecha del regreso del fútbol, en Argentina, tanto la AFA como las autoridades de la Nación ni siquiera establecieron un protocolo para la vuelta a los entrenamientos.