Gabriel Rojas es uno de los seis jugadores que debería pegar la vuelta a mediados de año. El lateral izquierdo tiene contrato vigente con San Lorenzo hasta junio del 2021, pero dejó en claro que por el momento no piensa en regresar a Boedo: la tentación de quedarse a jugar Peñarol, donde está cedido, lo seduce más que cualquier otra cosa.
“Estoy bien acá, ojalá me pueda quedar. Si se puede arreglar otro préstamo o que el club pueda comprar una parte de la ficha, estaría encantado con quedarme”, contó en una conversación por Instagram con Antonio Arrighi, periodista de TyC Sports, mientras cumple con la cuarentena en Montevideo.
Después, agregó: “Me estuve preparando para la Copa Libertadores, jugamos dos partidos y después se suspendió todo. Vamos a ver que pasa. Ojalá que todo tenga una solución, primero que se solucione lo del virus y después de hablará de mi pase. Mi representante, Peñarol y San Lorenzo se tendrán que juntar”.
Las razones de Rojas son básicas. En Uruguay está “tranquilo” con su familia y además encontró la continuidad que había perdido en Boedo. “Pude responder la confianza que tuvieron en mí. Me abrieron las puertas cuando no estaba jugando y trato de agradecerles la confianza adentro de la cancha. Es lo mínimo que puedo hacer”, dijo.
Recordando su paso por San Lorenzo, se mostró autocrítico por cuestiones que tuvieron que ver con lo extrafutbolístico luego de su debut, en noviembre del 2016. “De no tener nada a encontrarte de repente con un mundo diferente a lo que vivía quizás te marea un poco. Eso después se refleja en el rendimiento adentro de la cancha. Soy consciente de eso. Hoy soy padre de familia, con otra cabeza. Pensás dos veces las cosas”.
Por último, contó que está al tanto de lo que pasa con el equipo que comanda Mariano Soso y que a futuro espera tener otra oportunidad. “Me miré todos los partidos desde que vine a Uruguay. Ojalá le vaya bien al Ciclón. Soy un pibe de las inferiores y quizás algún día tenga revancha“, sentenció el nacido en Adrogué, quien había llegado a San Lorenzo a los 7 años.