Sin brillar, pero con practicidad y contundencia. Así fue la despedida de San Lorenzo de la Copa Sudamericana, donde ya no tenía chances de pasar a la siguiente fase. Y fue con goleada. Porque el equipo de Romagnoli le ganó 3-0 en Chile a Huachipato, que estaba obligado y también lo dejó afuera de la competencia.
El Ciclón tuvo en claro qué fue a buscar. Se paró con una línea de cinco defensores como lo hizo la semana pasada en Paraguay, apostó a la contra y sin hacer demasiado dominó desde el arranque con otra buena actuación de Julián Palacios, que jugó suelto en el frente de ataque y complicó toda la noche en Viña del Mar.
El pibe de General Pico envió el centro que desvió Gattoni en el primer palo y empujó en el segundo Uvita Fernández para abrir el marcador. Y después aprovechó un contraataque y se vistió de asistidor, cuando lo vio en el área al ex Defensa y Justicia que, con un toque sutil, definió lejos del alcance del arquero local.
Con la confianza de los dos goles de diferencia y un rival limitado que aún no se entiende cómo le pudo ganar en el Nuevo Gasómetro, el tercero no tardó demasiado en llegar: Gattoni cortó en tres cuartos de cancha y habilitó a Luis Sequeira, que definió de zurda para estirar la ventaja. La última la del Ciclón tuvo Hausch, que increíblemente falló con el arco a su merced tras una corrida de Melano. El local, en cambio, solo inquietó con un cabezazo que dio en el palo y después despejó Nicolás Fernández en la línea.
Así, se termina otro flojo semestre de San Lorenzo, donde no pudo hacer pie en ninguna de los cuatro torneos que jugó con Dabove como DT y con la expectativa de dar vuelta la página. Ahora llega el momento de los cambios. De barajar y dar de nuevo después de cinco meses frustrantes.